Pegolete de oro

Yo creo que se ha acabado. Me extrañaría mucho que Hillary Clinton levantara cabeza, después de la trola de Bosnia. La gente les aguanta mentiras a los políticos, muchas, pero la trola barata, la de tirarse el pegolete, esa no se perdona. ¿Pero cómo se le ocurrió a esta mujer decir que aterrizó en Bosnia entre disparos de francotiradores?

(EFE)

La trola tiene miga. Primero, cuenta que su marido la envió a Bosnia porque el viaje era demasiado peligroso para un presidente de Estados Unidos. Luego, que había tiroteos al aterrizar, y que hubo que correr entre las balas hasta los coches blindados. Y remata con que no hubo recepción en el aeropuerto, porque en la guerra ya se sabe.

Tenían que pillarla seguro. ¿No se le ocurrió pensar que en todos sus viajes de Primera Dama la acompañaban cámaras y periodistas? La cadena CBS no ha tenido más que abrir un cajón del archivo, para encontrar las imágenes de aquel tremebundo viaje a Bosnia. ¿Tiros? Todos parecen tranquilísimos al pie del avión. ¿Demasiado peligro para el presidente? Pues además de enviar a la esposa, que podría darse, envió a la hija. ¿Sin recepción? ¡Pero si una niña les dio flores y besitos en plena pista de aterrizaje!

Hillary Clinton ha intentado sacudirse el bochorno explicando que la memoria le jugó una mala pasada (en mi opinión, cualquiera recuerda perfectamente si le han perseguido a tiros, o no) y que es «humana». Pero de este embolado no saldrá fácilmente.

La gente, ya digo, perdona muchas mentiras políticas. Zapatero dijo que no había contactos con ETA después de los asesinatos en la T-4, y bastante gente entendió que, en fin, esas cosas pasan. Bastante gente (yo no, la verdad) pensó que lo de ETA y el 11-M tenía un pase, y siguió votando al PP. Bueno, hay psicóticos que aún se lo creen ahora. Hasta hubo quien tragó con aquello de que Felipe González se enteraba «por los periódicos» de que el director de la Guardia Civil y el gobernador del Banco de España estaban trincando a mansalva. Pues bueno, pues vale.

Pero lo de Clinton es cutre. Es de beodo que clava el codo en la barra, soba la copa de anís y se tira el moco con aquella vez que se dio un revolcón con Nicole Kidman. ¡Por favor! Que a Hillary Clinton le den el Pegolete de Oro a la trola del año, y que deje la campaña electoral. Si cuenta batallitas falsas como candidata, ¿qué contaría en la presidencia? ¿Que Irak tiene armas de destrucción masiva?