José Antonio Alonso inaugura el baile de nombramientos

Tras el resultado electoral del nueve de marzo ha dejado de rumorearse sobre los candidatos que ocuparán los cargos de responsabilidad del nuevo gabinete socialista. Hoy se han despejado las primeras incógnitas con el nombramiento de José Antonio Alonso como portavoz del grupo socialista en el Congreso y de Carmela Silva para el Senado. Pero la gente sigue especulando con quiénes ocuparán las carteras de los diferentes Ministerios. Ésta es una guía sobre lo que puede pasar de aquí hasta la votación de investidura, prevista para el próximo ocho de abril.

EP

José Antonio Alonso

¿Qué se sabe hasta hoy?

Durante la campaña electoral, Zapatero anunció que Solbes y De la Vega serían "los pilares" de su Gobierno: el primero en lo económico y la segunda en lo político. Esto se ha interpretado como que renovarían sus responsabilidades como vicepresidentes. Zapatero también ofreció, durante el año pasado, la presidencia del Congreso a José Bono (la Ejecutiva socialista va a aprobar hoy su candidatura). Y hoy también se han añadido nuevos nombres que conformarán el próximo gabinete socialista: José Antonio Alonso como portavoz parlamentario y Carmela Silva con el mismo cargo en el Senado.

El Ministro de Defensa en funciones, José Antonio Alonso, se lo ha pensado mucho a la hora de aceptar, y ha obligado a su amigo Zapatero a emplear sus mejores dotes persuasivas. ¿Por qué Alonso ha puesto tanta resistencia? En primer lugar, porque Alonso, juez de profesión, siempre ha aspirado a convertirse en titular de Justicia, según algunos medios. Y, segundo, porque la labor del portavoz parlamentario es una de las más arduas de la actividad parlamentaria. Alonso tendrá que dar la cara y llevar el peso de la negociación política en el Parlamento, lo que le sitúa en primera línea de fuego.

¿Está preparado para ello? Zapatero ha puesto mucho énfasis en este nombramiento porque requiere en el cargo a una persona de su entera confianza y con el que tenga absoluta sintonía, unos requisitos que Alonso cumple sobradamente (son amigos desde la infancia). Alonso, que sustituye a López Garrido en el puesto, ya ejerció como portavoz en la asociación Jueces para la Democracia. Además, goza de una imagen pública que transmite seriedad y credibilidad, habiéndose convertido en uno de los ministros mejor valorados durante la anterior legislatura (curiosamente, los destinos de los cuatro mejor valorados han sido los primeros en hacerse públicos: Solbes, De la Vega, Bono y Alonso). Como muestra del reconocimiento generalizado hacia la figura de Alonso basta decir que hasta Zaplana ha celebrado el nombramiento. Entre sus logros destaca que ETA no causara ninguna víctima mortal durante sus días al frente del Ministerio del Interior.

¿Qué nos queda por saber?

No hay un mecanismo fijado de antemano para el nombramiento de ministros. Según dicta la experiencia, estos nombramientos pueden sucederse de forma escalonada. Por ejemplo, es lo que ocurrió hace cuatro años, cuando Zapatero anunció, cuatro días después de las elecciones, que José Bono ocuparía la cartera de Defensa. Pocos días más tarde se supo que Solbes sería el titular de Economía y Hacienda. Y así sucesivamente, hasta que se dio a conocer el grueso del gabinete.

(EFE)

Carmela Silva

Mientras Zapatero daba a conocer los nombres, los medios de comunicación se volcaron en la realización de quinielas. Especular con nombres es entretenido. Sirve para llenar las páginas de los diarios, para que los acertantes puedan colgarse medallas y, además, para ir haciéndonos a la idea sobre qué es lo que nos espera de cara a los próximos cuatro años. En estas elecciones ha ocurrido lo mismo y todos los medios han hecho públicas sus apuestas.¿Quién tendrá más aciertos en las quinielas?

En el calendario de formación del nuevo Gobierno hay otra fecha clave: el uno de abril. Ese día se constituirán las Mesas del Congreso y el Senado. Esta jornada suele ser muy significativa ya que escenifica el primer desencuentro oficial entre las fuerzas políticas mayoritarias en la legislatura, como ya ocurrió hace cuatro años. La Mesa del Congreso y del Senado es el órgano de gobierno interno de las Cámaras, por lo que se ocupa de regir y ordenar el trabajo. Está formado por nueve personas en el Congreso y siete en el Senado, y en sus nombramientos ya se empiezan a atisbar cuáles son las alianzas y qué grupos parlamentarios se prestan apoyo mutuo. El presidente en el Congreso, según anunció Zapatero será José Bono (que sustituye a Manuel Marín) y en el Senado es muy posible que el también socialista Javier Rojo renueve su cargo.

La fecha en la que todo echa a rodar es el día de la sesión de investidura. Aunque la fecha aún no es definitiva, todo apunta a que se celebrará el próximo ocho de abril. En dicha sesión, Zapatero pronunciará un discurso que será debatido por los representantes de los diferentes partidos. Sin embargo, el debate se presenta más como un trámite, puesto que viene precedido por unas intensas negociaciones en las que el partido que gana las elecciones trata de granjearse el apoyo de los grupos restantes con representación parlamentaria. Es un momento de coqueteo entre los diferentes partidos. De momento, el Partido Nacionalista Vasco ha mostrado su disposición a entenderse con el nuevo Gobierno socialista. Tampoco hay dudas sobre el apoyo del Bloque Nacionalista Gallego. Con el respaldo de ambos grupos, Zapatero gozaría de mayoría absoluta, suficiente para salir elegido en la primera votación.

En el caso de no salir elegido en primera ronda, sería necesaria una mayoría simple en la segunda votación. En cualquier caso, aún quedan muchas incógnitas interesantes que deben desvelarse. Por ejemplo, cuánto poder está dispuesto a ceder el Partido Socialista a los nacionalistas vascos. O cuál será la postura de CIU ante el nuevo gabinete. El Partido Popular ya anunció, en boca de Zaplana que, salvo "circunstancias extraordinarias", su grupo votará en contra de la investidura de Zapatero. Todos estos interrogantes se despejarán en los próximos días.