MADRID.- El deshielo del Paso del Noroeste ha abierto el apetito por las riquezas naturales del Polo Norte. Algo similar está ocurriendo en el Polo Sur, donde estadounidenses, británicos, rusos e indios se apresuran a tomar posiciones de cara a su futura explotación. ¿Ha comenzado la pugna por las últimas tierras vírgenes?
El continente blanco se encuentra regulado desde 1959 por el Tratado Antártico, todo un modelo de consenso y auto-contención en bien del Patrimonio Común de la Humanidad. Sus signatarios se comprometen a aparcar sus reclamaciones territoriales y a no explotar sus recursos (por ejemplo, la minería estará prohibida hasta 2048) a cambio del derecho a realizar pesquisas científicas (hoy, unos 30 países mantienen allí estaciones de investigación). Tanta virtuosidad se explica por la sencilla circunstancia de que entonces nadie veía claro qué beneficio sacar de esos parajes inhóspitos.
La situación está cambiando. Sea por el cambio climático, sea por el alza de los precios de las materias primas, lo cierto es que a muchos el páramo helado de antaño se le presenta ahora como una apetitosa tarta de 14 millones de km2, dotada con el 30% del agua dulce del planeta, además de vastos recursos naturales (caladeros) y minerales (solo la zona de los mares de Weddel y Ross encierra 50.000 millones de barriles de petróleo, estima el Departamento de Energía de EEUU). Casualmente, una llamativa hiperactividad se ha apoderado de varios de los firmantes del Tratado.
Primero fueron los estadounidenses. Aparte de instalar una nueva base científica, se han puesto a construir la denominada Autopista de Hielo, destinada a facilitar los desplazamientos de los científicos. La ruta comienza en la estación McMurdo y recorre 1.632 kilómetros hasta concluir en el campamento Amundsen-Scott, en el Polo Sur.
Sus primos británicos no se quedan atrás. Según una exclusiva de 'The Guardian', la Cancillería del Reino Unido planea presentar cinco reclamaciones territoriales a las Naciones Unidas antes de mayo de 2009. Tales exigencias buscan aumentar en un millón de km2 la superficie de las zonas tradicionalmente reivindicadas por los gobiernos de Su Graciosa Majestad, además del lecho oceánico contiguo a ellas.
Los rusos tampoco se cruzan de brazos. Semanas atrás, el viceprimer ministro Sergei Ivanov viajó a inspeccionar las cinco bases que tiene allí Rusia. Aunque el motivo oficial de la visita ha sido la mejora de las comunicaciones de sus científicos, el rango de Ivanov –el cargo más alto que pisa esos hielos– mueve a interpretar el gesto como un signo del interés del Kremlin por reafirmar su derecho a una tajada del pastel.
Los indios también han puesto sus ojos en la Antártida. A sus dos bases experimentales quieren añadir una tercera. En paralelo, han redoblado sus investigaciones en el entorno ártico. Pareciera que hoy, si una nación quiere estar en el ajo de la política internacional, debe dar muestras inconfundibles de ambiciones polares.
Chile y Argentina, los primeros países en defender pretensiones antárticas, observan con recelos tanto ajetreo. Las estaciones científicas se les figuran auténticos caballos de Troya al servicio de planes expansionistas; y no les falta razón: en la época de los descubrimientos, primero llegaban los misioneros y después los soldados; en nuestros tiempos más civilizados, adelante van los investigadores, seguidos de los diplomáticos.
La Guerra Fría tuvo el efecto de congelar las disputas territoriales sobre el continente blanco –hubo acuerdo en mantenerlo al margen de las tensiones y escaramuzas entre las dos superpotencias y sus aliados. Lo que no pudo la caída del Muro de Berlín lo está consiguiendo el calentamiento global: el Tratado Antártico ha comenzado a derretirse.
Si quieres firmar tus comentarios, regístrate o inicia sesión »
En este espacio aparecerán los comentarios a los que hagas referencia. Por ejemplo, si escribes "comentario nº 3" en la caja de la izquierda, podrás ver el contenido de ese comentario aquí. Así te aseguras de que tu referencia es la correcta. No se permite código HTML en los comentarios.
Soitu.es se despide 22 meses después de iniciar su andadura en la Red. Con tristeza pero con mucha gratitud a todos vosotros.
Fuimos a EEUU a probar su tren. Aquí están las conclusiones. Mal, mal...
Algunos países ven esta práctica más cerca del soborno.
A la 'excelencia general' entre los medios grandes en lengua no inglesa.
Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDEA) casi la mitad de la energía consumida en los hogares españoles se debe a la calefacción y en la mayor parte de los casos no se hace de manera eficiente.
En: Twenergy
Recomendación: Felipe Diez
La Hora del Planeta de WWF pretende implicar a más de mil millones de personas y movilizar a 6.000 ciudades del mundo para demostrar el apoyo global a la acción contra el cambio climático
En: youtube.com
Recomendación: mami
El asturiano Ramón Fernández, fundador de una de las primeras mensajerías en bici de España, reivindica este vehículo que «integra y hace ciudad»
En: elcomerciodigital.com
Recomendación: Óscar
La polución sigue siendo la asignatura pendiente de la concejalía de Ana Botella
En: elplural.com
Recomendación: Jara Rocha
Lo sentimos, no puedes comentar esta noticia si no eres un usuario registrado y has iniciado sesión.
Si quieres, puedes registrarte o, si ya lo estás, iniciar sesión ahora.