El incidente del retrete de Kansas

Es una lástima que Estados Unidos no participe en el Festival de Eurovisión. Lo ganaría de calle y daría espectáculo, porque en materia de frikis, y que me perdone Europa, están mucho más adelantados. Y no lo digo porque tengan un presidente como el que tienen. Lo digo por el asunto del retrete.

EFE

La mujer no se levantó del váter en dos años.

Me explico. Es una noticia que esta mañana ha salido por las agencias (pillables más o menos gratis por Internet) y que a mí me tiene estupefacto. Se trata de una señora de Kansas que ha pasado dos años sentada en la taza del water. El novio con el que vivía le llevaba agua y comida y le decía que saliera ya del retrete, pero sin mucho apuro, porque en la casa había otro. Ella, que ni leía, ni cantaba, ni bailaba el «chiki-chiki», ni hacía nada más que estar sentada allí, contestaba que mañana, que aún no había terminado. Y el tipo seguía con lo suyo.

Dos años tardó el novio en llamar a la policía. A estas alturas, la piel de la señora, que vestía un chándal pero llevaba, como suele suceder en ese tipo de situaciones, el pantalón bajado, se había pegado al inodoro. Hizo falta desmontarlo y llevarse el grupo escultórico completo, señora y taza de water, a un hospital de Wichita, donde, según las agencias, se procedió con éxito a la separación. Un tal Brian Whipple, sheriff del condado de Ness, dijo que la señora, de 35 años, parecía «desorientada», y que aún no sabía si se presentarían cargos contra el novio, de 36.

Hombre, el novio ha sido bastante pachorra, hay que reconocerlo. Pero, mirado desde otro lado, ¿qué haces si la novia se te mete en el baño, se sienta en el retrete y se queda dos años? Debe dar bastante corte llamar a alguien y contárselo.

¿Se dan cuenta de lo que es el frikismo auténtico? Esta señora, que al parecer se llama Kory McFarren, tiene que escribir un libro con su experiencia. Podría titularlo 'Ocupado', por no entrar en detalles escatológicos. Yo admiro a los americanos. En España, cuando hay que hacer una cagada, se encarga a un actor profesional y se le paga. En Estados Unidos se hace gratis, en plan amateur y por amor al arte.