Ban Ki-moon lamenta que Arbour abandone el cargo de alta comisionada para los derechos humanos

Naciones Unidas.-  El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, lamentó hoy la decisión de la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Louise Arbour, de no presentarse para un segundo mandato y alabó su labor independiente en la defensa de los "más altos ideales" de la organización.

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(EFE)

Arbour confirmó hoy los rumores de su partida durante una intervención ante el Consejo de Derechos Humanos (CDH) de la ONU, que se reúne en Ginebra.

A través de una declaración de su portavoz, Michele Montás, Ban aseguró que la alta comisionada desempeñó "este difícil cargo" de la manera que se "esperaría", por lo que le agradeció su trabajo.

"Ha cumplido su mandato de cuatro años con una dedicación inmensa, y me ha impresionado su extraordinario valor, energía e integridad al hablar con vigor de los derechos humanos", dijo Ban en la declaración leída por Montás.

El secretario general alabó la independencia de Arbour, de quien dijo "nunca ha dudado por ser blanco de la crítica de los estados y otras entidades, a la hora de llamar la atención sobre las víctimas de abusos y la insuficiencia de los sistemas legales de cualquier parte".

Arbour confirmó hoy los rumores de su partida durante una intervención ante el Consejo de Derechos Humanos (CDH) de la ONU, que se reúne en Ginebra, en la que aseguró que no se presentará a un segundo mandato.

Ban aseguró que "el legado" de la jurista canadiense "es un sistema de derechos humanos en la ONU fortalecido y más amplio, con un mayor enfoque en la justicia y la rendición de cuentas, con mecanismos de protección reformados y una aproximación más equilibrada a un amplio abanico de derechos culturales, políticos, civiles y sociales".

Arbour, de 61 años, asumió su función de alta comisionada tras el asesinato de su predecesor, Sergio Vieira de Mello, en un atentado contra la sede de la ONU en Bagdad en 2003.

Elogiada por unos y criticada por otros, Arbour deja uno de los cargos más simbólicos y delicados del sistema de Naciones Unidas, entre cuyas funciones figura la de lanzar alertas internacionales sobre situaciones de emergencia y crisis de derechos humanos en cualquier parte de mundo.

Además de su rol de denuncia, la Oficina del Alto Comisionado ejecuta programas de asistencia técnica y formación para la protección de los derechos humanos en numerosos países, y promueve la ratificación y aplicación de los tratados internacionales en esa materia.

Durante el mandato de Arbour fue creado el CDH -uno de los órganos emblemáticos de la reforma de la ONU emprendida por su ex secretario general, Kofi Annan- en reemplazo de la Comisión de Derechos Humanos, que cayó en el descrédito por una actuación que los Estados consideraban politizada y de doble rasero.