García-Tizón asegura que a Bono le gusta jugar a ser cardenal y dar pastorales

Toledo.-  El número 1 del PP por Toledo, Arturo García-Tizón, opina que la Iglesia católica "no es de izquierdas ni de derechas" y que a "mucha gente" de la izquierda, entre ellos su rival en las urnas y amigo, José Bono, le gusta "jugar a ser cardenales" y "dar pastorales".

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(EFE)

El cabeza de lista del PP al Congreso por Toledo, Arturo García-Tizón, ha analizado hoy en una entrevista con Efe las perspectivas de su partido de cara a las elecciones generales del 9 de marzo.

García-Tizón hace estas consideraciones en una entrevista con la Agencia Efe centrada en buena parte en sus relaciones con José Bono (Pepe, durante toda la conversación), a quien, a su juicio, José Luis Rodríguez Zapatero dejó "a los pies de los caballos" al proponerle con tanta antelación como posible presidente del Congreso.

Al candidato del PP, que vuelve a enfrentarse en las urnas con Bono 21 años después, no le gusta que a su rival le apetezca dar una pastoral cada vez que ve un micrófono, algo que a él no se le ocurre "de ningún modo".

También reconoce que sólo ha mantenido con el arzobispo de Toledo, Antonio Cañizares, "tres o cuatro conversaciones maravillosas" y que ni siquiera conoce al nuevo presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio María Rouco Varela.

De este modo trata de ejemplificar que el PP no es "el partido de la Iglesia" y que a los obispos no se les puede catalogar "de izquierdas o de derechas", pues su responsabilidad "no es el Estado", sino los fieles, y "cumplen con su obligación" al dirigirse a ellos en los términos que consideren oportunos.

Al igual que en materia religiosa, tampoco considera patrimonio de la izquierda o de la derecha "la defensa de la unidad de España", y asume que "hay muchísimos socialistas, la gran mayoría, excepción hecha de algunas zonas, que entienden clarísimamente el concepto de unidad de España".

Por ello, critica que el PSOE de Zapatero haya "roto" ese mensaje y ahora diga una cosa en Toledo y otra en Cataluña, dejando al PP "mejor posicionado" en la defensa de la unidad de España.

En la entrevista, recalca que su partido ganará las elecciones y duda de que, en el caso de que sea el PSOE el vencedor, Bono sea propuesto para presidir el Congreso tras "la pequeña faena" que le hizo Zapatero -de quien dice que gobierna a "impulsos e iluminaciones"- al proponer su nombre hace meses.

Aprovecha para dejar claro que Bono, aunque "sabe lo que tiene que hacer" para atraer votos del PP, es un político "totalmente de izquierdas".

García-Tizón insiste en la entrevista en la posibilidad de que su formación obtenga el cuarto diputado en Toledo y apunta que, en función de la participación, puede bastar una diferencia inferior a los 30.000 votos, similar a la ventaja que obtuvo el PP en las elecciones de 2000.

De hecho, comenta que cuando él planteó la primera vez su objetivo de llegar al cuarto escaño lo hizo "para animar un poco el cotarrillo", pero al ver la reacción del PSOE comenzó a echar cuentas y comprendió que es un objetivo posible.

En cualquier caso, reclama "una participación amplia, amplísima, cuanto más amplia mejor", digan lo que digan los sociólogos y los "expertos en esta ingeniería de los votos".

Augura que en estas elecciones "va a haber mucho voto útil" y reconoce que a estas alturas "casi todo el mundo" sabe ya si va a votar o no y a quién va a votar, aunque no tiene tan claro que eso se traduzca en las encuestas.

Se enorgullece de que socialistas y populares hayan llevado a cabo en Toledo una campaña "ejemplar, sin un solo roce", y apunta que en el resto de España no ha sido el PP el que "ha armado bulla", sino el PSOE, que además repite "como un loro: que crispan, que crispan, que crispan".

Respecto al futuro, advierte de que al PSOE le va a resultar igual de difícil que al PP pactar con formaciones nacionalistas para poder gobernar y considera posible hacerlo con CiU, con CC y con el PNV "si retira el referéndum" sobre la autodeterminación y "bajan del monte".

En cuanto al agua, defiende que Castilla-La Mancha es una región solidaria, la única que ha trasvasado al Segura, y al tiempo asegura que mientras haya necesidad de agua en la comunidad "no cabe mandarla a otra región".

Anuncia que el PP recuperará, "quizá no en los mismos términos", el Plan Hidrológico Nacional que el PSOE "derrumbó" y que, a su juicio, daba solución a los problemas hídricos de España.