Rajoy dispara al corazón de la izquierda con la inmigración

¿Por qué se ha empeñado el presidente del PP y candidato de la oposición, Mariano Rajoy, en hablar tanto de inmigración durante los dos debates con Zapatero? Esa insistencia en reclamar "orden y control" porque los españoles se pueden "ver perjudicados a la hora de pedir una beca, una plaza pública" ¿es rentable electoralmente? ¿No es España un país en donde cualquier síntoma de xenofobia está mal visto todavía?

Sí, es rentable electoralmente apelar al concepto de "los españoles primero, los inmigrantes después", que es el mensaje de Rajoy. Así de unánimes se muestran algunos sabios de la sociología y las encuestas, de la comunicación de masas y de la economía. No saben aún cuánto de fructífero es para la derecha atacar a la inmigración, pero lo que parece claro es que lo es y cada año que pase, si las políticas no lo remedian, lo será más.

Además, el discurso de Rajoy sobre los inmigrantes controlados apunta directamente al voto más puro de izquierdas, a las clases más modestas que aún votan PSOE e IU. Aquí van algunas de las razones por las que el PP ha utilizado a los inmigrantes como una amenaza, de forma más o menos velada.

Para José Luis Sanchís, el presidente de Sanchís y Asociados y el consultor político senior en España, Rajoy sabía perfectamente lo que hacía apelando a la necesidad "de organizar y controlar la inmigración". El candidato del PP se está dirigiendo a las clases sociales con rentas más modestas "pero que son de izquierdas, o votan tradicionalmente a la izquierda y tienen pocos recursos económicos" apunta Sanchís. Son también esos votantes de menores recursos los que soportan las largas colas en la Seguridad Social porque los inmigrantes van a tratarse una simple gripe o los que achacan a los extranjeros que la fecha para una operación se retrase meses.

El consultor político no tiene datos de cuántos votos de esos sectores podría robar el PP al PSOE , pero tiene claro que "conviene no equivocarse". "Con esa apelación, Rajoy no busca el voto de centro, ni mucho menos. Está valorando la potencia que el tema inmigrantes tiene en la sociedad e irá a más". Esto mismo ya ocurrió en Francia y otros países europeos.

El modelo de Le Pen

Julián Santamaría, catedrático de Ciencia Política de la Universidad Complutense de Madrid, mantiene que Rajoy sabe perfectamente lo que se hace cuando apela tanto a los inmigrantes. Hay un sector "importante de votantes, los más humildes" subraya Santamaría, entre los que es fácil alimentar el miedo de que los inmigrantes les quitan el puesto de trabajo, y más cuando se avecina un período difícil en la economía.

Para el sociólogo, aunque han calado conceptos como el de que los inmigrantes han contribuido al crecimiento económico, intuye que la mayoría de esos sectores modestos piensa que ya hay demasiados foráneos. Los de fuera ocupan plazas en los colegios públicos, en los comedores y son "competencia en la búsqueda de trabajo". Ese discurso es especialmente importante en lugares donde la emigración es muy alta, como Cataluña, Murcia, Valencia e incluso Madrid. En algunas de estas comunidades como Cataluña, donde el PP no tiene una fuerte implantación, podría ser rentable para la derecha ese discurso.

El catedrático coincide con Sanchís en que Rajoy y sus asesores intentan canalizar lo que ya pasó en Francia en 2002, cuando el partido del líder ultraderechista Jean Marie Le Pen hundió a los socialistas de Lionel Jospin y al Partido Comunista francés. Puede que en estas legislativas no tenga éxito la estrategia, pero siembra para el futuro. Con todo, Santamaría dice que "funcionamos por intuición, porque al menos yo no tengo datos de cuánto voto humilde puede robar el PP a la izquierda".

En cuanto al impacto de datos como el del paro de febrero (con 53.400 parados más) o los problemas de Inmobiliaria Colonial (que podría suspender pagos si las presiones sobre el emir de Dubai no hubieran dado resultado para que lance una opa sobre la empresa), el profesor Santamaría opina que no es fácil que incidan mucho en el voto de aquí al domingo. De alguna forma "estaban ya descontados".

Confianza amortizada

Emilio Ontiveros, catedrático de Economía de la Empresa y consejero delegado de Analistas Financieros Internacionales (AFI), opina que el dato del paro es malo y que lo mismo sucede con la situación de Inmobiliaria Colonial (de momento no parece que vaya a suspender pagos) pero que estos temas "ya estaban recogidos en la caída de los indicadores de confianza de las familias" de hace unas semanas. "Otra cosa hubiera sido hace un mes, pero ahora ya ha trascendido y calado en las familias que el entorno económico es menos favorable y los efectos de los datos de hoy se dan por descontados", indica. "Es un poco tarde, creo, para que afecten al voto del domingo", añade.

En cuanto a la obsesión de Rajoy por debatir sobre inmigración frente a Zapatero, para el profesor Ontiveros, tiene como objetivo crear inseguridad sobre la estabilidad social de los sectores más débiles, justo cuando las clases menos pudientes asumen que la situación económica empeora y "la tarta del trabajo a repartir será menor".

Es decir, los inmigrantes serán competencia para encontrar trabajo, para tener una plaza en el colegio o en el comedor público. Como en los casos de Sanchís y Santamaría, Ontiveros no se atreve a aventurar si esto tendrá efectos electorales. Más bien para la próxima legislatura, si es que los conflictos con la inmigración suben de grado, como pasó en el resto de Europa.