EE.UU. dice que Sudamérica se mantiene como una zona de tránsito de drogas

Washington.-  Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay siguen siendo, principalmente, países de tránsito de las drogas desde otras zonas de América del Sur hacia los mercados de consumo en Europa y América del Norte, indicó hoy el Gobierno de EE.UU.

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(EFE)

El Departamento de Estado presentó su informe "Estrategia para el Control Internacional de Narcóticos", un documento que se publica cada año sobre la colaboración internacional en la lucha contra el narcotráfico de Estados Unidos.

El Departamento de Estado publicó hoy su informe "Estrategia para el Control Internacional de Narcóticos", un documento que se publica cada año sobre la colaboración internacional en la lucha contra el narcotráfico de Estados Unidos.

El informe cumple con el requisito legal de informar al Congreso sobre el control del tráfico de drogas y es uno de los elementos para la certificación que Washington hará, a finales de año, sobre la cooperación internacional en la lucha contra la droga, una evaluación de la que dependen la concesión de ayudas económicas y militares.

ARGENTINA: Por este país transita la cocaína desde Bolivia, Perú y Colombia destinada a Europa, y "en grado menor, la heroína colombiana en ruta a Estados Unidos", afirma el documento. "La marihuana es la droga que más entra de contrabando y se consume en Argentina, seguida por la cocaína y los inhalantes".

El Departamento de Estado indicó que la "cooperación entre EE.UU. y Argentina se sustenta en una robusta aplicación de las leyes".

Pero la determinación de estadísticas completas sobre las incautaciones de drogas en Argentina sigue siendo difícil porque las dos agencias encargadas tienen diferentes bases de datos, agrega.

BRASIL: Éste es un país importante en el tránsito de drogas hacia otras regiones, y el mercado interno consume mayormente "cocaína boliviana", señala.

"Brasil ha mejorado la cooperación con sus vecinos en un esfuerzo por controlar sus extensas áreas fronterizas, en particular la Triple Frontera con Paraguay y Argentina", indica el documento.

"La corrupción oficial es un problema y una alta prioridad para las agencias policiales de Brasil", añadió el texto, según el cual "las estadísticas de incautaciones y arrestos muestran que 2007 fue un año productivo para la Policía Federal brasileña en su lucha contra las organizaciones del tráfico de drogas".

CHILE: Las autoridades chilenas, que deben vigilar fronteras con Perú, Bolivia y Argentina, propicias para el contrabando de drogas "tienen un problema de consumo interno de cocaína y marihuana, al tiempo que el uso de drogas del tipo anfetaminas, como éxtasis, es cada vez más popular".

Durante 2007, indicó el informe estadounidense, las autoridades chilenas incautaron 3,4 toneladas de cocaína, 5,4 toneladas de pasta base de coca, 5,6 toneladas de marihuana, y 8,16 kilogramos de heroína, agregó.

"En 2008 el Gobierno de Estados Unidos seguirá apoyando los esfuerzos chilenos de combate contra los narcóticos y enfatizará la importancia de la cooperación entre agencias", indicó el documento.

PARAGUAY: El Departamento de Estado señaló que "en un intento por salirse de su situación como importante país de tránsito de las drogas y el mayor productor de marihuana en la región, las autoridades de Paraguay dieron algunos pasos serios para combatir el tráfico de narcóticos en 2007".

Según el informe, las organizaciones del tráfico de drogas en Paraguay la encabezan, en su mayoría, brasileños, algunos de los cuales "compran la cocaína de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) a cambio de dinero y armas".

"En 2007 las incautaciones de drogas en Paraguay superaron todas las marcas desde 1991", añadió el texto.

Pero "aunque el Gobierno de Paraguay logró resultados sin precedentes en incautaciones y arrestos en 2007, debe seguir enfocando sus esfuerzos contra las principales organizaciones del tráfico de narcóticos", advirtió el documento estadounidense.

URUGUAY: Aunque este país no es ni área de tránsito ni productor de drogas sus "zonas francas permiten el anonimato relativo en el movimiento de carga que incluye sustancias ilícitas", señala el informe del Departamento de Estado.

"La ubicación estratégica del país y su frontera con Brasil realzan su vulnerabilidad al tráfico de drogas", añadió. "Otra área de preocupación es el creciente uso local de la pasta base de cocaína, altamente adictiva y barata".