"En Argentina Cavallo está amparado por sus colegas de la Armada"

La decisión del Gobierno español de autorizar la extradición de Ricardo Miguel Cavallo a Argentina desde España ha pillado a Marianela Galli en Madrid, en la facultad, donde estudia Sociología. Para esta joven argentina el caso de Cavallo es mucho más que la noticia del día de la sección de Tribunales.

(EFE)

Ricardo Miguel Cavallo en una cárcel en México, país donde fue arrestado.

Sus padres, Mario y Patricia, y su abuela, Felisa, desaparecieron durante la atroz represión de la dictadura argentina (1976-1983) de la que fueron víctimas más de 30.000 personas.

Cuando tenía un año y medio de edad y sus padres fueron detenidos, ella misma pasó tres días ingresada en la ESMA (Escuela Superior de Mecánica de la Armada), el macabro centro de detención clandestina donde Cavallo participó en el exterminio de opositores al régimen. Un lugar por el que pasaron alrededor de 5.000 desaparecidos. Después fue devuelta a casa de una tía.

El padre de Marianela, Mario, era marine de profesión y fue compañero de promoción de Cavallo. Pero de otro bando. En 1974 fue expulsado del Ejército por negarse a realizar tareas represivas. El activismo político de la pareja le costó la vida en una época en la que la persecución, el secuestro y el asesinato eran la moneda de cambio. Su abuela sólo pasaba por allí, como tantos otros.

Lo único que sabe de su familia es que pasaron tres meses en el centro de detención y después fueron "trasladados". Es decir, arrojados vivos o drogados al mar desde aviones militares en los llamados 'vuelos de la muerte'.

Precisamente fue en el ESMA donde Cavallo ejerció sus labores de torturador. Allí era responsable de 'La pecera', donde los detenidos eran obligados a trabajar. Colaboró mano a mano con Alfredo Astiz, uno de los represores más sanguinarios, conocido como 'el ángel de la muerte'. "Cavallo no participó directamente en la muerte de mis padres, pero estaba en la cabeza del plan", indica Marianela.

Cavallo, procesado por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, se encuentra en prisión en España desde junio de 2003, acusado de delitos de lesa humanidad durante la dictadura militar argentina. Fue México el primer país que extraditó al militar para que fuera juzgado por la Audiencia Nacional tras ser detenido en Cancún en 2000.

"Manto de impunidad"

La implicación de Marianela en este caso no es sólo personal, sino también jurídica. Ella forma parte de la Comisión de Justicia de la asociación Hijos e Hijas por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio (H.I.J.O.S.), que se ha personado como acusación particular en el proceso.

Mario Galli y Patricia Flynn.

Marianela no está de acuerdo con la decisión de extraditar al torturador. En Argentina Cavallo será juzgado por los delitos de detención ilegal, torturas, extorsión, robo con violencia, intimidación y falsificación documental. Pero en H.I.J.O.S opinan que en su país de origen todo el proceso deberá empezar de nuevo, cuando aquí en España la fase de instrucción había terminado y el juicio estaba a punto de comenzar.

"En Argentina Cavallo está amparado por sus colegas de la Armada, los juicios van mucho más lentos, no se le juzga por los mismos delitos y puede peligrar la situación procesal", lamenta. Como implicada personal en el proceso sólo quiere una cosa: "Que no se dilate más".

El temor de víctimas como ella es que una vez en Argentina suceda lo mismo que pasó esta misma semana con Paul Alberto Navone, militar acusado de robo de bebés durante la dictadura y hallado muerto el día en que debía presentarse a declarar ante la Justicia. El pasado diciembre sucedió algo parecido con Héctor Febres, envenenado días antes de que se dictara sentencia en el juicio por crímenes contra la humanidad. "Hay un manto de impunidad que protege a estas personas, un aparato criminal que está operando y protegiendo a los procesados, amparados por el entorno", sentencia Marianela.

Argentina: de la obediencia debida y el punto final a los juicios

Desde que el gobierno de Néstor Kirchner derogó las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, textos creados por Raúl Alfonsín que mantenían detenidos los procesos judiciales iniciados a militares, Argentina ha impulsado el enjuiciamiento de los responsables por crímenes contra la humanidad.

Marianela cree que se están moviendo cosas en Argentina. En los colegios cada vez se habla más de las persecuciones, y el matrimonio presidencial de los Kirchner ha manifestado en sus discursos su intención de que los crímenes no queden impunes. Pero no cree que sea suficiente con declaraciones verbales.

"La única fórmula para una posible reparación pasa por la justicia", indica. Que los criminales se sienten en el banquillo, que se busque a las víctimas, que las Fuerzas Armadas den la información de que disponen sobre aquella época son algunas de las reclamaciones básicas que se hacen desde H.I.J.O.S. "Yo no tengo ninguna tumba a la que ir, nunca he recibido ningún mensaje de ninguna institución, lo que hicieron no se olvida ni se perdona".