Serrano apuesta por estudiar alternativas y elegir en función de sus efectos

Zaragoza.-  El secretario general para el Territorio y la Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente, Antonio Serrano, apostó hoy por estudiar todas las alternativas que existen al problema de la sequía "para elegir la mejor" en función de los efectos económicos, medioambientales y sociales que genere.

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(EFE)

Más de doscientos agricultores convocados por UAGA-COAG cortaron hoy la carretera N-232 (Vinaroz-Santander) en el cruce con la N-420 (Córdoba-Tarragona) a la altura de Las Ventas de Valdealgorfa (Teruel) para reclamar ayudas que palíen los efectos de la sequía.

Así lo indicó Serrano a los medios de comunicación antes de presidir, junto al consejero de Medio Ambiente aragonés, Alfredo Boné, la Comisión bilateral sobre agua y medio ambiente que hoy se celebró en Zaragoza.

Se refería así al informe presentado ayer por el Colegio de Ingenieros Industriales de Cataluña, que considera necesario recurrir a la interconexión de los ríos Ebro, Segre y Ródano con el sistema Ter-Llobregat mediante trasvases con el objetivo de dar una respuesta a largo plazo a la grave sequía que sufre esa Comunidad Autónoma.

Serrano insistió en que "en cada caso siempre hay que estudiar cuáles son las alternativas" y qué efectos tienen ambiental, social y económicamente, para así "adoptar la que es mejor solución desde el punto de vista del interés general".

En este sentido, agregó que "no se trata de dar ideas geniales sino de que se hagan los estudios específicos entre las distintas alternativas que hay teniendo en cuenta que los recursos públicos son escasos", pero a su juicio "no se puede descartar ninguna".

Recordó que la directiva marco europea obliga a que el coste de las obras se haga recaer después sobre los usuarios, por eso subrayó que a la hora de tomar decisiones hay que asegurar "que las obras que hacemos son las más adecuadas, eficientes y económicas".

Por su parte, el consejero aragonés descartó "con contundencia" cualquier trasvase y sobre todo si es del Ebro, "pero no por una cuestión de obcecación aragonesa sino por una cuestión técnica, ya que en el Ebro no sobran caudales como se ha demostrado", explicó.

"No hay caudales que transferir", sentenció Boné, al tiempo que indicó que hay que atender las cuestiones medioambientales y tener en cuenta la evolución de los caudales con motivo del cambio climático.