Gabino Gaona retorna a Valladolid en una retrospectiva esencial y conmemorativa

Valladolid.-  El pintor Gabino Gaona ha regresado a la capital vallisoletana, desde la que hace casi un año emprendió un viaje sin retorno, a través de una exposición retrospectiva que testimonia las principales etapas vitales y creativas del artista nacido en Valoria la Buena (Valladolid) en 1933.

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"Porque además nacer de Castilla ha absorbido Castilla", señala el también fallecido escritor Antonio Corral Castanedo en un libro dedicado al pintor homenajeado y que hace las veces de catálogo de esa exposición, promovida por la entidad financiera Caja España y que podrá verse hasta el 2 de marzo.

Corral Castanedo apreció así la influencia e interacción que en los cuadros de Gaona tuvieron el escenario y las gentes que le rodearon en cada momento, de forma especial durante su primera etapa, fechada entre 1950 y 1957, y en la que protagonizó "un milagro de comprensión mutua" con el paisaje de su tierra natal.

"¿En dónde comenzaba el paisaje y en dónde terminaba Gaona?", se preguntó Corral Castanedo acerca de unos paisajes "que han interrogado" al artista y que plasmó en llanuras sinuosas, en estepas mustias, ocres y oscuras, el color de la melancolía que le inspiraba la pobreza y la ausencia de perspectivas de su tierra.

Así lo acreditan varias de las telas colgadas en la retrospectiva póstuma de Gaona, veinticinco en total y que proceden de colecciones particulares y de los fondos artísticos de Caja España donde expuso en más de una veintena de ocasiones, como ha recordado a los periodistas Galo Senovilla, director de la Obra Social y Cultural de esa entidad financiera.

En 1950, cuando contaba diecisiete años de edad, colgó sus primeras pinturas en el bar que sus padres tenían en Valoria la Buena y donde él mismo despachaba, pero pronto se decidió a viajar a Madrid, animado por el escultor Eduardo Capa, para ingresar en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde ingresó en 1952.

La capital vallisoletana, donde residió años después, fue el escenario de sus primeras exposiciones en la Librería Meseta, en el Ayuntamiento y en el Colegio de Santa Cruz con cuadros caracterizados por un trazo sinuoso y curvilíneo que evolucionó hacia formas más escuetas y geométricas hacia 1962, un año antes de recibir el Premio Nacional de Pintura Ciudad de Valladolid.

Al tiempo que esquematizaba las formas, los colores se fueron encendiendo en cuadros donde incorporó pueblos, animales y hombres como elementos del paisaje además de la naturaleza y que puso en relación con ésta.

En 1979 instaló su estudio y residencia en Simancas (Valladolid), donde coincidió con un círculo artístico del que también formaron parte los pintores Félix Cuadrado-Lomas y Domingo Criado.

A esta etapa pertenecen sus lienzos más pesimistas, tristes e incluso dramáticos, con figuras retorcidas y dobladas por el peso de su ser y devenir.

Gabino Gaona se consideró siempre un autor sin un estilo definido debido a la inexistencia de escuelas y de maestros que marcaran tendencias, y osciló entre la abstracción y la figuración pero sin llegar nunca al realismo.

Una de las últimas exposiciones de Gabino Gaona, antes de morir en febrero de 2007, se tituló "Una mirada a Senegal", donde mostró los paisajes gentes y costumbres de Senegal, como en anteriores ocasiones hizo con otros lugares que frecuentó en la etapa postrera de su vida y que fueron las playas levantinas y portuguesas, y diversas ciudades de Marruecos y de Túnez.