Una exposición itinerante reivindica el lugar de Zacarías González en el arte contemporáneo

Valladolid.-  Una exposición itinerante, promovida por la entidad financiera Caja Duero y que se inaugura esta tarde en Valladolid, reivindicará el lugar que merece la obra del pintor salmantino Zacarías González (1923-2003) dentro del arte contemporáneo español.

La figuración y la abstracción, después de un periodo inicial de tanteo, exploración y asimilación a partir de las vanguardias de medio siglo, han predominado en la obra de González como puede apreciarse en la antológica que abrirá esta tarde el presidente de Caja Duero, Julio Fermoso.

Medio centenar de cuadros, en su mayor parte lienzos y tablas, recorren de forma cronológica y representativa las diferentes etapas creativas del artista salmantino desde su primera Figuración (1940-1960), hasta la posterior Abstracción (1960-1967) y el retorno a la Figuración (1967-2003) con que culminó su obra.

Colores duros, terrosos y de tonalidad oscura caracterizan esa primera época figurativa a la que llega después de explorar influencias de Cezanne, Picasso, Benjamín Palencia y José Gutiérrez Solana, y que plasma en composiciones con enseres domésticos y bodegones donde alivia el trazo y aclara la tonalidad.

Esa primera etapa de búsqueda aboca en una madurez pictórica que cristaliza en la Abstracción, y que tiene en la materia a uno de sus referentes hasta el punto de pintar directamente sobre elementos que utiliza para los 'collages' que prodigó en esta fase, como el titulado "Asesinato", donde se aprecia el rastro de una gota de sangre que resbala desde el ojo, pretendidamente humano, de una cerradura perteneciente a una puerta de madera sobre la que pintó.

El tercer momento de la obra de Zacarías González remite a una figuración más asentada, con el sustrato de una experiencia de años complementada con ciertas briznas surrealistas no tanto en la estética como en los mensajes que lanzan sus pinturas.

En esta época, donde se aprecia una pintura más visual, alcanza un relieve particular las figura humana en telas como "La pareja silenciosa" (1970), materializada en dos cuerpos a los que faltan las cabezas y que evocan a sendos maniquíes.

El visitante podrá contemplar también cuadros de niños con un semblante inexpresivo, inanimado, y alegorías de índole social y tinte pesimista como "Los bidones" (1976) herrumbrosos que en un primer plano se amontonan con el fondo de un suburbio metropolitano.

La incomunicación, la inexpresividad, la pérdida de fe en el ser humano y la deriva social son algunos aspectos a los que remite la pintura de Zacarías González, seria, severa, de gran fuerza y carácter como sugiere uno de los autorretratos, fechado en 1957, que pueden verse en la exposición de Valladolid, donde permanecerá hasta el 16 de marzo antes de emprender un ciclo itinerante por Ávila, Palencia, Soria, Zamora, Cáceres y Zaragoza.

Todas las piezas expuestas pertenecen a la Fundación Caja Duero, con sede en Salamanca y que custodia todo el legado de González: unos 700 cuadros y un millar de dibujos cedidos a su muerte, en 2003, por su hermana, Basilisa González.

Gran parte de se legado puede visitarse en la Casa Museo que esa entidad financiera gestiona en la que fue el hogar del artista, que a los 14 años fue contratado como ilustrador en "La Gaceta Regional", cuando el director de este rotativo salmantino, Juan Aparicio, observó la calidad de los dibujos que aquél realizaba en las mesas de mármol del establecimiento de bebidas que regentaban sus padres.

Entre 1933 y 1950 estudió el Bachillerato, obtuvo el título de Maestro Nacional y el de profesor en Madrid de la Escuela de Bellas Artes de San Fernando.

En 1949 expuso por primera vez de forma individual, en su ciudad natal, y también lo hizo en varios lugares de España, en París y en La Habana.

En 1986 recibió la Medalla de Oro de la Ciudad de Salamanca, en 1992 publicó el libro "Apuntes de pintor" (Amarú Ediciones) y falleció el 4 de octubre de 2003 en la ciudad de Alicante durante uno de sus habituales periodos de estancia en esa ciudad levantina.