El presidente de Timor Oriental, a punto de morir en un atentado

El presidente de Timor Oriental, José Ramos Horta, ha resultado herido después de recibir varios disparos en un atentado organizado, supuestamente, por rebeldes que intentaron dar un golpe de Estado. El ataque también iba contra el primer ministro, Xanana Gusmao, quien salió ileso y declaró el estado de excepción durante 48 horas.

(REUTERS)

El presidente de Timor ha sido inducido al coma.

Horta ha sido trasladado a un hospital australiano tras ser evacuado al país vecino por un equipo de CareFligh. Según el portavoz de esta organización, Peter Murphy, el mandatario asiático se encuentra "en estado crítico y necesita respiración asistida y ayuda para mantener el cuerpo funcionado".

El mandatario timorense, de 58 años, había sido operado quirúrgicamente en su país de la herida producida por una bala en el estómago y, según fuentes diplomáticas, salió bien de la intervención y estaba estable, aunque la BBC asegura que Ramos Horta se encuentra en coma inducido.

¿Cómo?

El intento de asesinato ocurrió en la mañana del lunes, cuando el presidente realizaba ejercicios físicos en su residencia. Un grupo de golpistas asaltaban su residencia, mientras otro comando emboscado en el centro de la capital, tiroteaba el vehículo del primer ministro, cuando éste se dirigía a su despacho, en Dali, la capital.

Tras el incidente, Australia y Nueva Zelanda han anunciado que enviarán más tropas para reforzar la seguridad en Timor Oriental. Portugal, Malasia, Nueva Zelanda y Australia participan en la Fuerza Internacional de Seguridad desplegada en la antigua colonia portuguesa desde 2006 bajo mando australiano.

¿Quién?

Las autoridades de Timor no tienen ninguna duda de que los responsables de los ataques fueron ejecutados por militares rebeldes liderados por el ex comandante Alfredo Reinado, quien murió tiroteado por los escoltas del presidente.

Este hombre era uno de los 599 militares expulsados del Ejército en 2006 por denunciar corrupción y nepotismo en las altas instancias del Estado. El grupo, liderado por Reinado, pasó a la clandestinidad y ha protagonizado sangrientos enfrentamientos contra las fuerzas de seguridad de Timor, que han dividido a la población.

¿Por qué?

El primer ministro de Timor está convencido de que los ataques forman parte de un intento de golpe de Estado. Según él, "el Estado ha sido atacado". Los motivos hay que buscarlos años atrás.

En 2006 ocurrió algo que enfrentaría a Reinado con José Ramos Horta para siempre. En medio de un proceso de paz y de desarme del grupo insurgente, promovido por el propio Ramos Horta, Reinado es detenido por posesión de armas y es señalado como el culpable de la ola de violencia que causó treinta muertos y unos 150.000 desplazados. Pronto se fuga de la cárcel junto a otros 54 hombres. El año pasado, ya en el poder, Ramos Horta intenta un nuevo diálogo sin éxito. Lejos de aceptarlo, Reinado llega a amenazar con utilizar la violencia contra el Gobierno, como ha ocurrido hoy.

Nobel de la Paz

MADE NAGI (EFE)

José Ramos Horta recibió el Nobel de la Paz en 1996 por su papel en la independencia de Timor Oriental.

Gran activista independentista, desde muy joven, José Ramos Horta orientó su carrera como periodista a lograr la independencia completa de la pequeña nación asiática de menos de un millón de habitantes. Esto no tuvo lugar hasta 2002, cuando Timor Oriental se convirtió en uno de los estados más pobres del mundo, tras una descolonización imperfecta, más de dos décadas de ocupación indonesia y una sangrienta transición.

Sus primeras acciones políticas eran clandestinas, e iban encaminadas a lograr la descoloniozación portuguesa, lo que le cuesta su primer exilio, de 1970 a 1971, en Mozambique. Una vez de vuelta, la Revolución de los Claveles que derrocó al dictador Oliveira Salazar en 1974, propicia la reactivación del movimiento independentista. Un jovencísimo Ramos Horta pone en marcha, junto con otros activistas -entre ellos Gusmao-, la Asociación Social Demócrata Timoresa (ASDT), primer partido con programa independentista y que poco después pasa a llamarse Frente Revolucionario de Timor Este Independiente (FRETILIN).

Las tensiones internas que se generan a causa de las distintas formas de afrontar las descoloniozación son aprovechadas por Indonesia, que invade Timor a los pocos meses. Comienza el segundo exilio de Ramos Horta, que se alargará durante 24 años.

Lejos de su país (en Nueva York), el político asiático siguió empeñado en lograr la libre autodeterminación de este pequeño país del Pacífico. Además lideró una intensa campaña para que la comunidad internacional no olvidase a la población de Timor que, según denunció una y otra vez a las Naciones Unidas, estaba siendo víctima de un genocidio a manos del gobierno de Indonesia.

El conflicto se agrava con la guerra fría ya que, a ojos de Estados Unidos, el movimiento liderado por Ramos Horta, se confunde con los movimientos guerrilleros de izquierda que surgen por todo el mundo. Por este motivo, el mandatario indonesio, Suharto, fallecido recientemente, no encuentra ningún obstáculo para anexionarse Timor sin ningún complejo.

Pero Ramos Horta sigue apoyando a la insurgencia en Timor desde su residencia occidental. Este trabajo le hace merecedor del Premio Nobel de la Paz en 1996.