Zapatero apela a la fe para pedir el voto

Votar es un acto de fe. Pero resulta curioso que los socialistas usen un slogan de precampaña tan espiritual como 'Motivos para creer'. ¿Querrán ocupar el sitio de la Conferencia Episcopal? Los carteles que hoy han presentado hablan por si mismos.

Uno de los 12 carteles electorales del PSOE.

Pepe Blanco, secretario de organización del PSOE, es el responsable de la novedosa estrategia publicitaria que el PSOE ha puesto en marcha para las elecciones del 9 de marzo. Un Zapatero muy 'casual' y relajado, siempre en acción, pillado in fraganti por la cámara protagoniza los 12 titulares distintos bajo un mismo slogan de las vallas que hoy se presentan para abrir boca. Hasta la noche del 21 al 22 de febrero, en que comienza la campaña oficialmente, el actual presidente del Gobierno y aspirante de nuevo al puesto, lanza los 'Motivos para creer' como si fueran las tablas de la ley.

Para creer se precisa de fe y confianza. Como la confianza es una palabra absolutamente gastada en el lenguaje político, los publicitarios han optado por convencer a base de argumentos. Razones que pretenden parecer racionales, de peso, pero que suenan tan intangibles como 'Soñar con los pies en la tierra', 'No es lo mismo', 'Vivimos juntos, decidimos juntos' o 'Porque lo estamos consiguiendo'

Algunas como 'Por todo lo que merece la pena' quedarían perfectas estampadas sobre la típica fotografía de bebé regordete asomando de una maceta. En el saco de las promesas destaca una, 'Por el pleno empleo', desafortunada para una mañana como la de hoy en la que se han dado a conocer los datos del paro de enero. 132.378 personas se suman a los más de dos millones de parados con que acabó 2007.

'Comprometidos con la igualdad', 'La octava potencia económica, los primeros en derechos sociales' son dos titulares que recuerdan los logros para quienes como Santo Tomás necesitan meter el dedo en la llaga.

Una revolucionaria manera de dirigirse al electorado, con recetas para todos los gustos, en la que el tratamiento de la imagen -totalmente arrevistada y periodística- marca un antes y un después en la comunicación electoral