Cesáreas en Vietnam para evitar el año de la Rata

Las mujeres en Vietnam quieren que sus hijos nazcan en el año del Cerdo Dorado para que tengan buena suerte. Este año acaba el 7 de febrero, de acuerdo con el calendario lunar chino. Así que, si no van a parir a tiempo, lo provocan.

(EFE)

El Hospital de Obstetricia de Hanoi ayudó a nacer a 20.000 niños durante 2007, un 17 por ciento más que el año anterior, aunque no todos por cesárea.

El calendario zodiacal chino augura buena suerte para los nacidos en el año 4705. Pero el 7 de febrero comienza el año de la Rata, el 4706, que no tiene tan buen presagio. La conclusión es que se agota el tiempo para desearle buena suerte a tu hijo desde la mismísima incubadora. Así, en Vietnam ha comenzado un sprint para parir antes del próximo jueves, tirando de cesárea.

El doctor Le Thanh Thuy, del Hospital de Obstetricia de Hanoi, explicó que "el número de mujeres en estado de gravidez que demandan la cesárea se ha disparado últimamente, aunque el embarazo no presenta problemas". Según el médico, las mujeres no explican por qué quieren la cesárea, pero muchas tienen previsto dar a luz tras el Ter (Año Nuevo Lunar).

Aunque el parto por cesárea se ha facilitado en los últimos años, la Organización Mundial de la Salud recomienda que las cesáreas no superen el 15% de los nacimientos de un país, pues no está exento de riesgos. Virginia Núñez, médico de familia de la Seguridad Social, explica que una cesárea implica todos los riesgos relacionados con la anestesia ("te están metiendo un fármaco") y con la cirugía -hemorragias e infecciones, particularmente en el útero-. Además, al realizar la incisión se puede lesionar alguna vía del tracto urinario y podrían generarse lesiones también al bebé -"aunque es poco frecuente", aclara Núñez-. Por otro lado, a partir de la primera cesárea, ya todos los partos sucesivos de una mujer tienen que ser por el mismo método.

Esta doctora detalla que la cesárea sólo se recomienda en seis casos:

1. Cuando el niño viene de nalga, pues hay riesgo de lesionar los nervios del bebé.
2. Si el bebé "viene de lomo", es decir, atravesado, ya que no cabe.
3. Si la placenta se implanta en el cuello del útero, impidiendo que pase el niño.
4. Cuando se presenta "placenta abrupta" -está 'rota'-. En estos casos, las contracciones aprietan excesivamente los vasos sanguíneos de la placenta, reduciendo el riego al bebé.
5. Si el parto es muy largo, ya que todo parto supone breves interrupciones en el riego sanguíneo del bebé, por lo que, si es muy largo, aumenta el riesgo para el neófito.
6. Cuando los huesos de la madre no lo permiten, lo cual "es muy frecuente en adolescentes", explica la doctora Núñez.