Un rubor a lo Blancanieves

Las mejillas encendidas, con ese sensual sonrojo que sólo un acceso de vergüenza o timidez provoca...uhmmm. Un tinte de pétalos de rosa se ha convertido, a base del boca a boca, en ese punto de sofoco que merece la pena lucir.

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Dos o tres toques del elixir y... ya tienes otra cara.

El elixir de la buena cara se llama Benetint y pertenece a la firma de cosméticos de San Francisco Benefit. El efecto es el que nuestras abuelas lograban pellízcándose las mejillas. No hay que saber chino ni ser un experto maquillador para sacarle partido.

El líquido se aplica con un pincel integrado en el tapón. Dos o tres toques en el centro de los pómulos -que hay que extender rápidamente con los dedos- son suficientes para crear un aspecto fresco y sano, como el de una manzana jugosa.

Sirve para presumir de haber pasado unos días en los Alpes con tu abuelito, para aparentar ingenuidad tipo Blancanieves de hoy en día, o para fingir un acaloramiento inexistente. Las mentiras piadosas no son ni tan siquiera un pecado. En los labios, también funciona.

Más información: Benefit