Sociedadcableada, por Juan Varela
Un blog sobre los nuevos ciudadanos y medios digitales
MADRID.- Sexo. Está en el ADN de internet. Sin duda. Pero los geekies siempre han sido modositos. Silicon Valley es como Hollywood. Factura, pero no enseña demasiado.
Pero el negocio tira tanto como la carne, ya se sabe. Y ahora, cuando los magnates del sexo se animan a comprar redes sociales de sexo, redes sexuales, la web 2.0 se pone cachonda con el dinero y el deseo.
Si 2007 ha sido el año de las redes sociales, el sexo y el porno no podían faltar.
El 7% de los españoles ya reconocen que practican cibersexo. El negocio está listo.
Zivity.com es el desafío de las redes sociales a los imperios como Playboy, Penthouse o Hustler.
El truco es muy sencillo: desintermediación. Convertir a los usuarios en creadores. Lo mismo que el periodismo ciudadano ha hecho con los medios, Zivity lo quiere hacer con el porno.
Pero además quiere hacerlo estilo Playboy, con calidad, nada de pedorreo. La receta: modelos, buenos fotógrafos, sesiones de fotos cuidadas y dinero.
Dinero. El gran truco.
Zivity es una red social para suscriptores. Por diez dólares al mes se puede votar con cinco de ellos cada mes por tus fotos preferidas. Las modelos reciben 80 centavos por cada voto.
Un poco de Digg y otro poco de Suicide Girls, la comunidad de pin-ups más famosa de la Red y una auténtica red social de sexo y fetichismo.
Las redes sociales también son para el sexo. No hay más que ver el éxito en YouTube o MySpace, que ha llevado a la censura para mantener sus característica de acceso a todos los públicos.
En Facebook, la red social de moda, se cuentan más de 500 grupos y 67 aplicaciones sexuales. Y los naughty gitfs (regalos pícaros) arrasan.
La red social está destronando a los viejos imperios del sexo. Si la lascivia se puede encontrar clic a clic, sin celestinas ni chulos, mejor que mejor.
El sello contenido inapropiado es una franquicia de éxito: véase Pornotube (YouTube sin trabas), Eroshare (Flickr a lo bestia)... Pero sobre todo AdultFriendFinder.com, la gran comunidad del sexo que sólo en España declara casi 900.000 usuarios y más de 20 millones en todo el mundo.
Un toque de seda negra, una beta por invitación... y elegidos para los grandes premios de la web.
¿Podrá el soft porno de Zivity con el sexo salvaje de la web?
Quieren un millón de dólares para empezar y esta vez los inversores no huyen ni se esconden, aunque por ahora las cifras del negocio son muy discretas.
En España la industria se lo toma en serio y se organiza en ProPorn, lugar de encuentro de profesionales del sexo e internet.
La web 2.0 ya está preparada para el sexo, aunque por ahora el porno es gratis y el lujo erótico se paga.
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Juan Varela es periodista y bloguero.
La vida real y virtual en el ciberespacio y la actividad de los nuevos ciudadanos digitales. Una exploración de la vida cuando todos podemos ser medios. Los desafíos de la democracia y la ciudadanía digital. La cibercultura y las ideas que animan la vida digital y las identidades de dominio público en la era del ciborg sentimental.
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