¿Por qué mueren varadas ahora más ballenas?

PUERTO MADRYN (ARGENTINA).-  De visita en Puerto Madryn (Patagonia), me entero de la notable recuperación de la ballena franca austral. Desde los años setenta, las poblaciones de este "monumento natural nacional" han subido hasta los 5.300 ejemplares.

WARWICK LISTER-KAYE (iStockphoto)

Una turista observa una ballena en Península de Valdés.

Las aguas de la Península de Valdés se han convertido en un "santuario" para la especie, cuyo avistamiento se ha vuelto un gran reclamo turístico de la región, atrayendo a observadores de todo el planeta. Hasta aquí las buenas noticias; lo alarmante es el aumento sostenido del número de ballenas varadas (a razón de 6,9% anual), según advierte el Instituto de Conservación de Ballenas de Argentina.

Anteriormente, en esta fascinante costa agreste, apenas aparecían muertos unos pocos ballenatos; este año se han hallado casi un centenar, una cifra sin parangón en el mundo.

¿Quién tiene la culpa? Tras consultar varias fuentes, llegué a la conclusión de que los expertos están desorientados. Unos apuntan a la marea roja que invadió el Golfo Nuevo en octubre pasado (las floraciones de ciertas algas generan niveles letales de concentración de biotoxinas; a su vez, dichas floraciones se relacionan con la afluencia de aguas residuales, o sea: la mano del hombre); y otros se preguntan si realmente hay un aumento significativo de la mortandad, o si más bien ocurre que ahora se detectan mejor los cadáveres de cetáceos.

En cualquier caso, la muerte de ballenas varadas no es un fenómeno local, como me aclaró un repaso por las publicaciones referidas al tema. Abundan las hipótesis explicativas más diversas, entre ellas la aportada por los expertos de la Universidad de las Palmas (Canarias), que apunta a la presunta acción perturbadora de los sonares. Un asunto misterioso, en resumen. Menos mal que esta mortandad no ha pasado desapercibida a las instituciones abocadas a la protección de estos leviatanes, que con celeridad han movilizado sus recursos para atajar un problema que amenaza con desbaratar los avances conservacionistas.