Cuidar el planeta incluso después de la muerte

MADRID.-  ¿Por qué no dejar nuestro particular legado al morir y contribuir a mejorar el planeta incluso cuando ya no vivamos en él? Esto es lo que plantea Ecologistas en Acción, que ha comenzado a animar a la gente a que haga testamento y deje a la organización parte de sus bienes cuando fallezca.

Si bien en España es muy rara esta práctica, este tipo de herencias supone buena parte de sus ingresos para muchas ONG de otros países europeos. Aquí, el camino lo abrieron hace sólo unos meses un grupo de ocho organizaciones (Acción contra el Hambre, Aldeas Infantiles SOS, Amnistía Internacional, Médicos del Mundo, Plan España, Unicef y WWF/Adena), que lanzaron una plataforma conjunta para informar de cómo se puede dejar un legado solidario para futuras generaciones. Y ahora acaba de seguir sus pasos esta confederación de más de 300 grupos ecologistas.

«Afrontar la vida con sencillez como defendemos también consiste de alguna forma en no esconderse de la muerte», asegura Marta Pascual, del Área de Educación de Ecologistas en Acción, que anima a perder el miedo a hablar de ello. Como explica esta ecologista, nunca antes habían hecho algo así, quizá por no querer parecer demasiado utilitaristas o triviales con una cuestión tan delicada para muchos. «Pero había que romper el tabú».

A finales de 2006, sólo el 23% de los españoles había redactado un testamento y casi ninguno de ellos había incluido entre sus herederos a una ONG. Sin embargo, como destaca esta organización ecologista, esto se debe más a una cuestión cultural o de falta de hábito, pues el trámite legal resulta en realidad bastante sencillo. En países como el Reino Unido se puede leer el nombre de alguna ONG en uno de cada siete testamentos.

Philip Hay

Monumento megalítico de Drombohilly (Irlanda).

«Nos parecía bonito plantear a la gente que pueden seguir siendo un apoyo incluso después de que mueran», comenta Pascual, «y para ello resulta esencial la información».

El Código Civil español estipula que corresponden forzosamente a los descendientes dos tercios de la herencia. No obstante, otro tercio puede dejarse a quién se quiera. Es lo que se denomina el 'tercio gracioso' y puede alcanzar hasta la mitad de la herencia, en el caso de que no existan descendientes.

«Lo que nosotros decimos es: 'si te parece buena idea, hazlo ya, porque nunca se sabe'», comenta la ecologista, que insiste en que no se tienen que poseer muchos bienes para dejar un bonito regalo a las generaciones futuras y despedirse en paz con el planeta.

¿Qué te parece la propuesta de esta organización ecologista?