Colonial y Gecina barajan muchas variantes, desde fusión hasta crear filiales

Barcelona.-  La inmobiliaria Colonial y el grupo francés Gecina, que mantienen "conversaciones preliminares" para una eventual fusión, barajan esta posibilidad, así como la creación de filiales conjuntas y el intercambio de acciones o activos, todas ellas complejas y que requerirán de meses de trabajo.

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(EFE)

El presidente de Inmobiliaria Colonial, Luis Portillo, durante la presentación de los resultados de este grupo inmobiliario.

Tras la junta de accionistas extraordinaria que aprobó hoy la absorción de Riofisa y facultó al Consejo de Administración para emitir bonos canjeables por acciones de la compañía, el consejero delegado de Colonial, Mariano Miguel, aseguró que esta operación, si fructifica, se llevará a cabo en 2008.

El presidente de la inmobiliaria Colonial, Luis Portillo, dijo que "ya no se puede seguir creciendo con la chequera" y apostó por unirse a "un gran grupo" del sector, en un contexto "difícil" para las compañías vinculadas al negocio de la construcción por la falta de liquidez y el nivel de endeudamiento.

Portillo reconoció que la deuda del grupo es "importante", pero añadió que el hecho de que "haya novias que quieran casarse" con Colonial demuestra que la inmobiliaria tiene futuro.

A preguntas de los periodistas, el consejero delegado de Colonial recordó que Gecina está inmersa en un contencioso con el supervisor bursátil francés (AMF), que no ha autorizado su oferta de reducción de capital.

AMF considera que existe concertación entre Joaquín Rivero y su socio Bautista Soler, que se quedaron con la inmobiliaria francesa en el proceso de división de Metrovacesa.

Este proceso, subrayó Mariano Miguel, "va a durar meses", al igual que el camino legal para instrumentar una posible fusión entre Colonial y Gecina.

El consejero delegado de Colonial también reconoció que el mercado inmobiliario "está mal" porque las condiciones externas no son favorables, aunque añadió que la absorción de Riofisa permitirá diversificar el negocio del grupo, sobre todo, en el segmento de centros comerciales.

También permitirá poner un pie en países emergentes como Bulgaria y Rumanía, así como en las principales ciudades de España, más allá de Madrid y Barcelona.

Después de que Reyal haya anunciado la venta del 6,4% de Colonial por 300 millones de euros, Mariano Miguel aseguró que "no hay más accionistas grandes queriendo salir" de una compañía que prevé que la reducción de la valoración de sus activos al cierre contable de 2007 se compense con el aumento de los alquileres.

Señaló que, además de Gecina, otros grupos internacionales se han interesado por Colonial o por otros activos de la compañía.

En cuanto a la posibilidad de emitir deuda por medio de bonos convertibles, Mariano Miguel dijo que esta opción todavía tiene cierto atractivo entre algunos inversores y vaticinó que el mercado inmobiliario "va a estar muy movido" en 2008, en parte por la estimación de que se reduzca la valoración de los activos.

En la junta, un accionista criticó al Consejo de Administración por considerar que Colonial pagó un precio "excesivo" por el 15% de FCC (1.534 millones de euros) y por eliminar el reparto de dividendo, a lo que Portillo respondió que él no se arrepiente "absolutamente de nada" de lo hecho en los últimos años.

Portillo animó a los accionistas presentes en la junta -que representaban al 64% del capital- a "seguir confiando" en el futuro de Colonial, a pesar de que, en el actual contexto, todo está "en contra".

Con la incorporación de Riofisa, aprobada en una junta que también dio luz verde a futuras ampliaciones de capital, Colonial consolida su modelo de negocio patrimonialista con la actividad de desarrollo de centros comerciales y parques empresariales y logísticos.