Fiesta de fe en la "casa en Buenos Aires" del beato mapuche Ceferino Namuncurá

Buenos Aires.-  Miles de personas se congregaron hoy para celebrar la reciente beatificación del mapuche argentino Ceferino Namuncurá en la iglesia que hace más de un siglo fuera la "casa en Buenos Aires" del llamado "indio santo de la Patagonia".

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(EFE)

El secretario de Estado del Vaticano, Tarciso Bertone junto a una imágen de Ceferino Namuncurá durante la ceremonia de beatificación del mapuche argentino Ceferino Namuncurá el pasado 11 de noviembre.

En el marco de una misa presidida por el arzobispo de Buenos Aires y cardenal primado de Argentina, Jorge Bergoglio, la imagen de Ceferino, con poncho, una cruz y una Biblia en cada mano, fue entronizada en la Basílica de María Auxiliadora, la misma en la que mapuche tomó su primera comunión en 1898.

Ante éste, el primer altar dedicado a Ceferino Namuncurá en la capital argentina, desfilaron hoy miles de fieles, quienes dejaron flores, prendieron velas y llevaron al nuevo beato sus oraciones.

Bergoglio, también parroquiano de este templo hace 50 años, destacó que la beatificación de Ceferino "es fruto del sueño y de la siembre San Juan Bosco", fundador de la congregación salesiana y quien literalmente soñó con evangelizar la Patagonia, donde los salesianos tomaron contacto con los mapuches.

El arzobispo de Buenos Aires sostuvo en la homilía que Ceferino representa para los cristianos "una propuesta de vida", la de "ser hijo de Dios y hermano de todos".

"Qué Ceferino nos anime a servir a nuestro pueblo y no a querer ser servidos por el pueblo", dijo el cardenal.

La ceremonia estuvo precedida por una procesión de la imagen de Ceferino por las calles vecinas al templo, en el barrio porteño de Almagro, con altos en los colegios salesianos de San Francisco y Pío IX, en los que el mapuche vivió y estudió.

Ceferino fue beatificado hace una semana en Chimpay, un pequeño poblado de la Patagonia argentina, donde el indígena nació el 26 de agosto de 1886.

Era hijo de Manuel Namuncurá, un cacique mapuche que dominó extensos territorios hasta que fue acorralado por la avanzada militar argentina, que diezmó ese pueblo aborigen.

En 1887 el niño ingresó en Buenos Aires en el colegio Pío IX, de los salesianos, donde estudió con tenacidad el español y el resto de materias de su curso, además de integrarse en el coro, donde coincidió con un joven que años después se convertiría en el actor y cantor de tangos Carlos Gardel.

Mientras se formaba, el adolescente demostró una inclinación especial por el Evangelio de Jesucristo que más tarde cristalizaría en una decidida vocación por el sacerdocio.

Afectado por la tuberculosis, Ceferino fue llevado a Roma por los salesianos para buscar una cura a su enfermedad.

En 1904, el aborigen argentino fue recibido en audiencia por el papa Pío X, quien quedó admirado por su educación y sencillez.

Su salud continuó empeorando y el 11 de mayo de 1905, cuando aún no había cumplido los 19 años, Ceferino murió en el hospital romano "Fratebenefratelli".

La causa de beatificación de Ceferino fue iniciada en 1947, pero fue autorizada el pasado 6 de julio por Benedicto XVI.

Entretanto, la devoción popular por el mapuche se extendió por todo el país, pese a no contar con una autorización eclesial formal.