Campesinos de Perú amenazan con defender los cultivos de coca con "palos y piedras"

Lima.-  Los campesinos cocaleros de Perú, que acatan una huelga nacional indefinida desde el pasado 29 de octubre, amenazaron hoy con radicalizar la medida de fuerza y defender sus cultivos con "palos y piedras" si el Gobierno central no atiende sus demandas.

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(EFE)

Vista de un cultivo de coca en Perú. Los campesinos cocaleros de Perú amenazaron hoy con radicalizar la medida de fuerza y defender sus cultivos con "palos y piedras" si el Gobierno central no atiende sus demandas.

El secretario general de la Confederación Nacional de Producción Agropecuaria de las Cuencas Cocaleras del Perú (Conpaccp), Pedro Pablo Pérez, explicó en una reunión con la prensa extranjera afincada en Lima que solicitó dialogar con el primer ministro, Jorge del Castillo.

"Si nos recibe hoy o mañana pues nosotros tenemos planificada la tregua", dijo Pérez, en alusión al fin de la huelga.

Pero si rechaza la reunión, "retornaremos a nuestras bases a organizarnos en rondas campesinas cocaleras, de inmediato", señaló el dirigente campesino, al acotar que la defensa de sus parcelas se hará "con piedras y palos".

Los huelguistas, que según Pérez suman unos 380.000 campesinos, demandan el empadronamiento de los productores de hoja de coca, materia prima del narcotráfico, y están en contra de la erradicación forzada de sus cultivos y el alza en el costo de vida.

Aunque, admitió que la medida de fuerza no es acatada por dos importantes valles cocaleros, El Monzón y La Convención, en las regiones de Huánuco (centro) y Cuzco (sureste), respectivamente, por discrepancias políticas y problemas de liderazgo.

Pérez reveló que desde el inicio de la huelga unas 23 personas han resultado heridas durante las protestas, una de ellas por bala y el resto por bombas lacrimógenas, y se han detenido a 20 campesinos.

Asimismo, denunció que hay un incremento de la presencia militar en la localidad de Aguaytía, en la región oriental de Ucayali, que junto a Huánuco y San Martín se encuentran en estado de emergencia.

Al insistir en que el consumo de hoja de coca es tradicional, Pérez exigió al Gobierno a poner más énfasis en la lucha contra el tráfico de insumos químicos más que en la erradicación de sus cultivos.

Y es que la estatal Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida) pretende, entre otros objetivos, reducir en 40 por ciento el área de los cultivos de coca en Perú para el 2011.

Ante esta estrategia, Pérez demandó que se empadrone a los campesinos a cargo del 60 por ciento restante de los cultivos de hoja de coca para "saber quién es quién".

Perú produce al año unas 100.000 toneladas de hoja de coca, materia prima de la cocaína, de las cuales sólo 9.000 pueden ser utilizadas en el consumo legal y tradicional.