Ya está todo preparado

Ajena a toda la marabunta social en torno a la crisis económica, la Navidad consumista ya está preparada para hacer su espectacular reaparición en los próximos días. Sin tiempo para digerir los estragos del invierno, llegarán las destellantes luces, los atascos en las zonas comerciales y las tiendas a rebosar.

Y como siempre, el público más vulnerable, los niños, ya tiene preparada su alfombra roja con destino al consumo más exacerbado. Era increíble comprobar cómo por las principales calles de la ciudad, los más pequeños de la familia empezaban a ser bombardeados con mensajes de persuasión al consumo y, lo que es peor, al capricho que no entiende de crisis económica ni paro.

Paseaban los más menudos con catálogos de juguetes y otros artilugios de centros comerciales. Parecían el típico jubilado que, a las 9 de la mañana, ya pasea periódico en mano para enterarse de las últimas noticias. Decenas de pequeñuelos, con los catálogos abiertos en par en par en plena calle, ralentizando la marcha de la familia.

Por detrás de la trupe, ellos, ilusionados con pedirse este o aquel juguete, por delante, los padres suspirando porque pidieran a los Reyes Magos lo más barato. La Navidad consumista, entre otros muchos atropellos, ha logrado que lo único que detenga a la lectura a los más pequeños sean los catálogos comerciales; que en las más de cuatro horas diarias que se plantan delante de la Televisión, su espacio favorito sean los anuncios de juguetes.

Por eso, este año más que nunca, pensando en los que no tendrán nada, en los que ni siquiera conocen la existencia de una fiesta del capricho como esta, pensando realmente en los pobres, encarnándonos en sus necesidades, detengamos esta feria insensata del consumo y pensemos en una verdadera Navidad de Solidaridad.