I belong to (tu) gol

Este Real Madrid es como la candidatura olímpica de Madrid 2016: no convence pero hay esperanza. Cuando el Real Madrid marca, todo cambia. El mal juego merengue de la primera parte se solucionó con la pegada de los galácticos en la segunda. Florentino Pérez pagó la rentabilidad y 3-0 frente al Olympique.

Kaká celebrando su gol conseguido de penalti

Florentino Pérez ha devuelto el glamour al Santiago Bernabéu. Se ha recogido la alfombra roja de la tintorería y cuando no está Aznar está José Bono; y cuando no, Rafa Nadal. Ayer varias personalidades políticas y deportivas no quisieron faltar a la cita. Nadal no estará en Copenhague pero sí viendo al Real Madrid. No pensemos mal.

El Real Madrid empezó el encuentro agarrotado. Pellegrini apostó por un centro del campo compuesto por tres mediocampistas: Xabi Alonso, Guti y Gago. El chileno sentó en el banquillo a Raúl para jugar con Kaká, Cristiano Ronaldo y Benzemá en la parte ofensiva merengue. Pero los tres del medio no conectaron con los tres de arriba. Un juego plano, previsible y escaso de fútbol en todos los sentidos: tácticos y prácticos.

El Olympique sin complejos. En el minuto 8 de la primera parte ya había llegado hasta en cuatro ocasiones con cierta claridad. El Real Madrid ninguna. Y de no ser por la carencia de un delantero centro nato, los franceses habrían hecho al menos un gol en estos primeros compases del encuentro. Fernando Morientes fue titular, y tendría que haber sido ése killer, pero no creo ningún peligro. Lucho González y Niang volvían loca a la defensa madridista.

El mítico jugador francés Deschamps, y ahora entrenador del Olympique, no hizo ningún planteamiento defensivo. Tras alguna tímida llegada del Madrid, en el minuto 26, el equipo francés debió marcar. Un paradón de Íker Casillas (el auténtico crack de ayer, hoy y mañana) evitó el gol. Pero diez minutos después, Heinze la volvió a tener pero no pudo rematar de cabeza desde el área pequeña. El argentino no se esperaba el balón y de haber conectado con el esférico el Olympique se hubiera adelantado.

En el minuto 39 llegó la primera ocasión del Real Madrid. Benzemá no logró dirigir una chilena desde el interior del área tras un magnífico pase de Guti. Y en el último minuto llegó la mejor jugada hasta el momento: Ramos recuperó un balón con garra; Albiol dio un buen pase en profundidad que Kaká adornó de tacón para Benzemá. Karim no batió por bajo al guardameta cuando estaba absolutamente solo. Primera verticalidad merengue.

La segunda parte no empezó muy distinta. Más balón para el Real Madrid pero el mismo control: ninguno. Anarquía total con jugadores deambulando sobre el terreno de juego. Pero los magos siempre sorprenden cuando menos te lo esperas. Y con un buen truco te hacen olvidar lo ocurrido, el espejismo está servido.

Pepe se puso la camiseta de Fernando Hierro. Un pase largo sobre Cristiano Ronaldo desde la línea defensiva dejó al portugués solo frente al portero que, cuando él saltó, CR9 amagó para introducirla por bajo. El luso se puso 'nervioso' y marcó su tercer gol en la Liga de Campeones. La jugada fue 'made in Portugal'.

Y cuando el Real Madrid abre el marcador se intuye la goleada. Así fue. Apenas dos minutos después una jugada personal de Cristiano Ronaldo sobre el ex madridista Heinze sirvió para provocar penalti y expulsión. Diawara no reculó y derribó a CR9. El árbitro señaló pena máxima y enseñó la segunda cartulina amarilla para el jugador del Olympique. Kaká también se puso 'nervioso' y engañó al portero para marcar el segundo del Real Madrid.

Cinco minutos después llegó la estocada merengue y la guinda del pastel. Benzemá para Kaká, Kaká para Benzemá y este para Cristiano Ronaldo. Una triangulación escandalosamente perfecta sirvió para que CR9 marcara su doblete 'habitual'. Aunque después de la entrada sufrida en la jugada del penalti cayó lesionado. Pellegrini lo retiró del campo porque cojeaba. Y el Sevilla espera el próximo domingo.

Los merengues desatados son imparables. El entrenador del Real Madrid comenzó a preparar el trascendente partido del próximo domingo. Kaká se marchó también del terreno de juego y Raúl saltaba al campo con el partido resuelto. 

El Real Madrid dispuso de numerosas ocasiones de gol con el partido roto. Lo más importante: es el cuarto partido consecutivo que Casillas termina con la portería a cero. Líderes de grupo y paso firme tras la derrota del Milán en casa contra el Zúrich (0-1).