Eurobasket ´09 (VI). España 90 - Polonia 68: nuestra selección empieza donde la indiferencia acaba

Ya estamos en cuartos de final. La selección española, de la mano de un exhuberante Pau Gasol (20 puntos y 5 rebotes) y un acertadísimo Juan Carlos Navarro (23 puntos con 7 triples), ha derrotado a Polonia por 68-90 en el último encuentro de la segunda fase. El rival del primer cruce será Francia, que llega invicta a la cita por las medallas.

Navarro se convirtió en una pesadilla para la defensa polaca

"Sólo reconociendo la posibilidad de la derrota, puedes experimentar la alegría de la competición. Nuestra cultura nos ha hecho creer que ser capaces de aceptar la derrota es conformarse con ella, pero no podemos ganar siempre. La obsesión por ganar, por la victoria, añade una capa innecesaria de presión que constriñe el cuerpo y el espíritu, y finalmente, te quita la libertad para dar lo mejor de ti mismo... Sólo aceptando la muerte, descubres la vida"

Dicen que la táctica es la civilización del juego. Pero España escapó a ella, y no por ello se han convertido en salvajes, sino en lo que realmente son: jugadores. El equipo de Scariolo apabulló a la selección anfitriona en una de esas demostraciones de superioridad que tanto añorábamos. Del primer al último minuto, y de la mano de Pau Gasol (20 puntos, 5 rebotes y 3 tapones) y Juan Carlos Navarro (23 puntos, con 7 de 9 en triples), España por fin volvió a jugar como España. Sin presión, sin nervios, sin miedo a fracasar, nuestra selección superó la primera "final" de este Eurobasket. Una final minúscula, como había dicho Scariolo antes del partido. Pero una final al fin y al cabo.

El partido pronto puso las primeras diferencias en el marcador a favor de España. Pau Gasol anotaba los primeros 7 puntos de la selección en el que iba a ser uno de sus mejores periodos con el equipo nacional. Polonia trató de esconder sus limitaciones imponiendo un ritmo anárquico y alocado al partido, pero esta vez los nuestros no solo no se dejaban dominar, sino que además dominaban. La conexión Navarro - Gasol acabó con la resistencia polaca ya en el primer cuarto: alley hoop del de Sant Boi a pase de Navarro, triple de éste tras bloqueo del primero... España empezaba a sentar las bases del que iba a ser el partido más tranquilo de los seis que han jugado hasta ahora en Polonia con un contundente 14-23 al término del primer periodo.

El banquillo español también estuvo a la altura de las circunstancias, demostrando con Marc Gasol y Alex Mumbrú al frente que también pueden participar, con garantías totales de éxito, de este equipo ganador (18-32). El único empuje polaco estaba en la grada, por eso tan solo alguna jugada aislada de los anfitriones ponía algo de picante al partido. Pau Gasol seguía dominando ambas zonas, y Scariolo ganaba tiempo para experimentar con tres "pequeños" en cancha. Claro que también hubo tiempo para el morbo (más allá del que horas más tarde suscitaría Ibrahimovic en Milán), ya que Sergi Llull volvía a jugarse la última posesión de la primera parte, con idéntico resultado al del partido ante Lituania; por suerte esta vez la trascendencia no fue la misma, al margen de que Navarro y Gasol descansaban plácidamente en el banquillo.  Al descanso, España dominaba por un claro 26-42.

Salir del vestuario no significó para España sino continuar con el acierto exterior y el dominio en ambos lados de la cancha, aumentando la diferencia a los 22 puntos (30-52), y despejando todo tipo de dudas, si es que a alguien le cabían tras lo visto en la primera parte. Garbajosa, Rudy Fernández y Sergi Llull se sumaban al carro del acierto y del juego rápido y alegre que practicaba la selección española sin cesar. Dos triples de Polonia impedían una ventaja más amplia, pero aún así el colchón para España era amplio (44-69).

Con el partido resuelto, los de Scariolo levantaron el pie del acelerador y se dejaron llevar. Esta vez, con el único propósito de volver sonreir disfrutando de una victoria que nos lleva de vuelta a la fase final de un Eurobasket. Volvía a haber tiempo para todo, incluso para que Felipe Reyes (sí, han leido bien, Felipe Reyes) anotara desde la línea de 6,25, o para que Carlos Cabezas anotara su primera canasta en Polonia. Los anfitriones cerraban así su participación en "su" Eurobasket con un orgullo y pundonor digno de uno de los equipos con más potencial de Europa, ante un público entregado a quienes quisieron agradecer estas dos semanas de fervor en las gradas.

Primer match-ball para España, superado con soltura. 68-90 merced a una victoria plural, en la que todos participaron, y participamos. Al final, nada explica mejor el éxito de un equipo que la suma de quienes desean de una u otra manera su fracaso. Por eso, y porque la historia del deporte está llena de equipos que llegan invictos a la fase final y acaban fuera de la lucha de las medallas en el primer cruce (y viceversa, y viceversa...), España acude a la cita con Francia en los cuartos de final de este Eurobasket con los dientes afilados y la confianza por las nubes; un partido que será la segunda "final" para una selección nacional que vuelve a hacernos soñar con un oro del que aún no hemos disfrutado. "La victoria llega como acumulación de muchos factores, resulta una consecuencia... nunca debe ser tratado como un objetivo, es absurdo", Pepu dixit.