Eurobasket ´09 (II). España 84 - Gran Bretaña 76: qué bueno que volviste, Pau

El mismo partido con distinto resultado. España vence agónicamente a Gran Bretaña por 84-76 en la segunda jornada del Eurobasket ´09, en un partido que dominó durante los primeros veinte minutos. A pesar de ello, tuvo que surgir la fugura de Pau Gasol para rescatar a su equipo de la eliminación a la que parecía abocada tras una segunda parte de ensueño del conjunto británico.

Tan solo dos partidos le han hecho falta a Pau Gasol para tirar de galones y llenar de vida a la selección española en Polonia

 España sigue viva en el Eurobasket. Si si, han leido bien: España sigue viva. Una afirmación que hoy a nadie deja indiferente pero que hace unos días nadie se habría planteado formularla a estas alturas de campeonato. Aquellos que no han tenido ocasión de "disfrutar" del partido, no se hacen una idea del terrible desahogo que supone escribir este artículo en clave de victoria.

El kit de salvamento con el que Gasol tranquilizaba a España entera tras la primera derrota en la primera jornada ante Serbia ("Esto es como se acaba, y no como se empieza"), por momentos parecía defectuoso, sobretodo cuando a menos de cinco minutos para finalizar el partido correspondiente a la segunda jornada, Gran Bretaña era equipo de segunda fase, y España, ¡empezaba a pensar en hacer las maletas! "No me he visto fuera en ningún momento", aseguró Scariolo. Y somos muchos los que personalmente deseamos que quien tenga que conservarle la fe al seleccionador español lo siga haciendo por mucho tiempo, porque lo que es la vista...

En el último y decisivo periodo, la tragedia se mascó en Polonia, y de qué manera. Un triple de los británicos colocaba el marcador en un desconcertante 69-73 a falta de cuatro minutos y medio. El drama estaba servido, pero fue entonces cuando surgió la figura de Pau Gasol, dando aire en forma de salvavidas a una selección española a la que se le encogía la mano, y que empezaba a ver frustrado su sueño de conseguir ganar un campeonato a nivel continental. Un parcial de 9-0 merced al acierto del de Sant Boi y un triple de Navarro solventaba una difícil papeleta para España, asomada al abismo de la eliminación durante unos tensos e histéricos minutos.

27 puntos y 11 rebotes llevaron la firma de nuestra estrella, el único jugador sobre la pista capaz de creer en la victoria ante un rival con recursos muy limitados y al que se le concedieron demasiadas facilidades durante muchos minutos del partido. Y es que a pesar de un inicio arrollador (19-5), con los chicos de Scariolo concienciados en mejorar la imagen ofrecida ante Serbia y en confirmar los galones de favorita que aún muchos les mantienen, a menudo que pasaban los minutos, las múltiples rotaciones a modo de "experimentos" frenaban el impulso español. Así, Gran Bretaña volvía a meterse en el partido gracias al acierto de Joel Freeland, uno de los últimos fichajes del Unicaja de Aíto Gª Reneses, por lo que, a pesar del expléndido segundo periodo de Víctor Claver (12 puntos en este cuarto), la diferencia entre los dos equipos al descanso era de tan solo 9 puntos a favor de España (44-35).

El arranque de la segunda mitad nos regalaba un parcial de 9-2 para los nuestros que aumentaba la diferencia a 16 puntos (55-39), pero en este partido, España tampoco iba a encontrar esa serie de espectaculares acciones que terminan de romper un partido que a priori se presenta fácil para los campeones del mundo. El juego no es fluido, y el grupo parece carecer de todo aquello de lo que se presumía desde la "era Pepu"; la magia ha desaparecido de las botas de este grupo de jugadores al cual cualquier aficionado debería negarse a tildar de desesperante y aburrido, aunque su juego empuje a ello. 

Por todo ello (y mucho más), Gran Bretaña se decidía a perderle del todo el miedo a nuestra selección, que lejos de rematar a su rival cuando dispuso de oportunidades para hacerlo, le daba alas para creer en la que hubiera sido la segunda "campanada" del Eurobasket en tan sólo dos jornadas. Poco a poco el conjunto británico pisaba los talones a España (66-62), que empezaba a perder los papeles incluso con los árbitros, quienes castigaron a Felipe Reyes y a Rudy Fernández con una técnica a cada uno. Serbia le enseñó al mundo entero cómo derrotar a una triste España, y Gran Bretaña tomó buena nota de ello. Aunque en esta ocasión, apareció Pau Gasol para evitar el desastre. Al final, y "pidiendo la hora" como futbolísticamente se dice, España respiró con el 84-76 final.

España sigue viva, de momento. Matemáticamente la clasificación para la segunda fase aún no está conseguida, aunque solo una catástrofe podría dar con la selección en el aeropuerto de Polonia rumbo a España el miércoles a estas horas de la noche. Claro que teniendo en cuenta experiencias pasadas (que no remotas), cualquiera puede imaginarse carambolas de todo tipo que deparen un futuro desde esperanzador hasta trágico, pasando por el indolente trámite de clasificarse como segunda o tercera de grupo. "La parte positiva es que hemos ganado", declaraba Rudy Fernández. Y sin duda, que no hemos hecho todavía las maletas.