La simultaneidad del auge y la crisis de la  radio digital en México

Los nuevos avances tecnológicos del tercer milenio han cambiado la forma de vivir de nuestra vida cotidiana. La radio, por ejemplo, ha ampliado el alcance de las ondas electromagnéticas sustituyéndolas por códigos binarios que se transmiten en tiempo real por medio del ciberespacio. De forma que la inmediatez de la radio ya no tiene un alcance local o estatal, sino que tiene una difusión mundial instantánea. “Pero aún no existe suficiente penetración de Internet en la población como para que los medios de radio tradicional observen como atractivo este formato. Por ello, quizás la realización de podcast por parte de algunos periódicos de circulación nacional, por ejemplo, Reforma, sean algún adelanto de lo que será la radio online”, apunta Santiago Fernández, locutor y productor  durante más de 20 años del Instituto Mexicano de la Radio.

Así mismo, Internet ha roto con la fugacidad como característica del medio ya que hoy en día los radioescuchas y cibernautas pueden descargar desde el sitio web de las emisoras su programa favorito, naciendo el concepto de programación a la carta.  De manera que las nuevas tecnologías digitales han cambiado las prácticas sociales de los usuarios, revolucionando el concepto de tiempo y espacio, impactando los conceptos de productividad y competitividad entre las empresas. Aunque así también desaparezca la magia de la transmisión de las ondas electromagnéticas que han hecho tan especial y mágica a la radio que conocimos en el siglo XIX, para los románticos y enamorados de la radio.

Por otra parte, las diferencias en los trámites para crear una emisora digital  y una convencional son gigantes. “En lo monetario, la diferencia es abismal ya que una concepción de radio análoga puede costar millones de pesos, mientras que la transmisión online cuesta no más de unos miles de pesos.

El tramite legal en las radios convencionales es muy difícil de conseguir, ya que no cualquier persona o empresa consigue el permiso que otorga la Secretaría de Gobernación, Comunicaciones y Transportes, del Gobierno Federal; y en el ámbito online no hay restricciones ya que el único requisito es saber manejar el software necesario”, explica Omar Pérez Aguilar, productor de los informativos de medio día del Grupo ACIR  presentados por Alejandro Maldonado, en la delegación de Toluca.

Tal y como afirma Mariano Cebrián Herreros, doctor en filosofía hispánica, catedrático de la Facultad española de Ciencias de la Información y Director del  Departamento de Periodismo II de la Universidad Computense de Cataluña, en su obra: ‘La Radio en la Convergencia Multimedia’: “Desde el punto de vista político se ha desatado un proceso de liberación de las telecomunicaciones, de los mercados y de las empresas. Se fomenta la competividad para ampliar el pluralismo y mejorar la calidad de los productos de, por ejemplo, el mercado informativo en este caso”.

Un modelo en desarrollo no viable

Pero sin embargo la industria radiofónica no ha conseguido entrar de lleno en la etapa digital y mucho menos en países como México, considerado como un estado en vías de desarrollo.  “Las radios online no consiguen despegar porque no cuentan con el apoyo de los seguidores del Internet, ya que estos prefieren tener videos, a escuchar audios. Pero, sobre todo, cabe destacar que los oyentes mexicanos aún no tienen la infraestructuras o medios económicos, ni los conocimientos necesarios para operar los medios digitales”, resalta Omar Pérez.

Así pues, surgen preguntas como: ¿Por qué si se dice que hay que incorporar las tecnologías en todos los ámbitos, ni la industria, ni el gobierno promueven realmente la existencia de una radio totalmente digitalizada? Que tienen respuestas simples, económicas,  muy fáciles de imaginar. Ya que la digitalización implicaría un cambio en la cultura de los países latinoamericanos, por ejemplo, para escuchar su programa favorito sólo necesita tener la radio en la estación indicada y para un programa digitalizado necesitas al menos una conexión a Internet. Una cuesta  que ni las industrias, ni el Gobierno están dispuestas ni en condiciones para cargar, es decir,  la modernización de los medios de comunicación –mass media- es algo que ven como innecesario y, a la vez, fuera de sus posibilidades, por lo tanto no es fundamental.

A esto anterior, Santiago Fernández añade: “En México por la relativamente reciente pugna de los concesionarios por hacer propiedad las frecuencias, pretextan la necesidad de ‘seguridad económica’ para realizar la fuerte inversión que representa la conversión al formato digital. En cuanto al Estado, presionado por ciertos sectores de la clase política, no ha cedido ante las peticiones de los concesionarios, y del lado de la Radio Pública, definitivamente no se mira cerca siquiera poner atención desde hace varios sexenios”.

 Por lo que, por el momento, el futuro de las radios digitales en México es muy disperso y la verdad, sin futuro inmediato, al ser un proyecto estancado que lanza al aire una pregunta decisiva: ¿Cuándo será viable y sostenible la radio online en el país Azteca y cómo?