Corrupcracia y lo que se nos viene encima ...

La situación de la política española es indecente, y merece cierta atención para poder aprender y arreglar poco a poco este desaguisado moral que es el reflejo, supongo, de la empobrecida ética de la sociedad española.

Me he decidido a escribir estas líneas porque desde hace tiempo percibo que cada vez que se queda atrás una noticia de corrupción es para hablar de otra noticia más escandalosa aún. Y lo que es peor, se acerca la peor de las corrupciones, y es que se rumorea que la sentencia del Tribunal Supremo sobre el "estatut" está al caer, después de 3 años de inmoralidad.

Pondré el punto de partida con las famosas cacerías del Sr. Ministro, el Sr. Juez y el Sr. Policía, cual si de una película de Berlanga se tratara, retrotrayéndonos varias décadas atrás, confabulando con el furtivo como cabecilla. Al poco tiempo, dimite el ministro (por fin un poco de esperanza, hay un poquito, no mucho, de dignidad en las personas que nos dirigen), pero ahí siguen el Sr. Juez y el Sr. Policía como si la cacería hubiera sido un sueño. Claro está que estos dos pájaros vergüenza tienen poca, y dignidad ninguna.

A raíz de este escándalo comienza el caso Gürtel, que empieza afectando a políticos de poco fuste, y acaba llegando hasta el Sr. Camps. Y desde entonces todos los días con los trajes dichosos en las portadas de los medios de comunicación del reino. Algunos, incluso se atreven a defender al "President de Generalitat Valenciana" argumentando que los trajes son poca cosa comparado con otros casos, cosa que es cierta, pero que en modo alguno justifica la mentira y el "cohecho" pasivo o activo o como quieran llamarlo. El Sr. Camps, parece ser de la misma madera que el Sr. Garzón, y mientras no dimita, que parece que no lo va a hacer, no dejará el club. Esperemos que más pronto que tarde lo haga, aunque simplemente sea por un arrebato de dignidad.

Continuamos con la interminable lista de zafias corruptelas. Le toca el turno al Sr. Bárcenas, que por lo escuchado de sus declaraciones además de inmoral nos ha resultado "chulito". Para colmo, el Sr. Rajoy lo mantiene en el cargo, y con esta decisión hipoteca su honor y dignidad, y seamos sinceros si el tesorero del PP es un chorizo, poco me importa, que lo echen y traigan a otro, pero que el presidente al que han votado 10 millones de españoles, se preste al juego y se juegue su prestigio, o el poco que le queda, con este señor ,es para pensar que Sr. Rajoy está más cerca del club de los Garzones, Camps, ... que del club de políticos honorables, si es que existen, que supongo yo que sí. Que nos ampare la divina providencia de salvadores de la patria de esta calaña.

Hace ya menos tiempo, hemos descubierto que el nuevo ministro, el Sr. Chaves, va dando a diestro y siniestro subvenciones a las empresas donde trabajan sus familiares más allegados. Pero de éste no esperábamos mucho, bastantes andaluces ya sabíamos que pertenecía a los de Garzón y Camps, y no dimite ni por dignidad ni para salvaguardar su honor, no dimite pase lo que pase, y ahí sigue …, tiene hasta mérito, dirigiendo los designios del PSOE.

Otro caso, este mas esperpéntico aún si cabe, el jefe del CNI, se va por ahí de pesca con el dinero de todos los españoles. Eso por no comentar cómo obligaba a sus policías o militares a limpiarle la piscina. A estas alturas del artículo, las películas de Berlanga se quedan en un mero chiste comparado con la realidad.

Al fin y al cabo los políticos son seres humanos débiles de espíritu, como todos nosotros, algunos más y otro menos, aunque a veces parece que lo son más que el resto de los ciudadanos.

Pero pese a todo lo comentado hasta ahora, personalmente creo que hay una corrupción mucho peor, muchísimo peor. Y es la de la traición, traición a los votantes, traición a los españoles y traición a los juramentos en algunos casos y a las promesas en otros, realizadas por los miembros del gobierno ante el libro de la Constitución Española.

Hablemos de la tan cacareada financiación autonómica. Primera de las traiciones, incluso a sus supuestos principios de la izquierda clásica, donde se supone que todos somos iguales, pero parece que los catalanes y andaluces son más iguales que otros, y es que ya lo escribió George Orwell en su famoso libro Rebelión en la Granja, siempre hay un grupo de cerdos dispuestos a organizar la granja y sacar partido de ello. Pues eso, y por si fuera poco, el resto de las comunidades tanto del PSOE y del PP, aceptan el acuerdo porque si no pierden dinero, como si el desprecio recibido por parte del gobierno y su socio ERC, y la injusta forma en que han sido tratadas no importara. Acaso todos los presidentes de estas comunidades son del grupo de los que no conocen ni la dignidad, ni el honor. Sólo Esperanza hizo en un arrebato de orgullo y dignidad ademán de oponerse, pero... nada de nada, poderoso caballero es don dinero.

Vamos acabando el artículo y ya poco queda de la dignidad, honradez, honorabilidad, etc. de la política y los políticos españoles, pero he aquí que se promete que en el verano, antes de irnos de vacaciones, la justicia de este país o de lo que queda de él, el Tribunal Constitucional va a dictar sentencia sobre el Estatut.

Según los expertos analistas políticos de la no menos honorable profesión periodística del país, aseguran que será una sentencia “ambigua” y “descafeinada”, para contentar a unos y a otros, lejos de lo que debiera ser una decisión justa, que tan importante será para nuestro futuro. Pues bien, esta para mi es la mayor de las corrupciones. Da igual si el Estatut Catalán es o no constitucional, estos jueces están sometidos al poder político, y poco o nada importa cumplir con su trabajo y juramento ante la constitución. Estos jueces están dispuestos, como los políticos, a deshonrar su trabajo, su dignidad, y lo que es peor, están dispuestos a manchar la constitución -ante la que juraron o prometieron el cargo- con una más que probable chapucera y poco ética sentencia,... pero eso sí, cumpliendo los designios del partido político de turno que gobierna, sea cual fuere el color de este.