Florentino Pérez alcanza 'su triplete' con Benzema

No son títulos, de momento, sólo son futbolistas de máxima categoría capaces de entusiasmar a todos los seguidores del Real Madrid. Sentimientos aparte, con la presentación de Kerim Benzema, el francés representa el primero de los tripletes con los que sueña Florentino Pérez. El delantero francés, de 21 años, a imagen y semejanza de Kaká y Cristiano Ronaldo, disfrutó de una puesta de largo con todos los honores, aunque menos intensa, más corta y con menos testigos (unos 20.000 fieles). El ex ariete del Lyon, cuyo coste ha ascendido a 35 millones de euros, ha firmado hasta la temporada 2015 a razón de 6,5 millones por curso. De momento, el nuevo referente ofensivo del Real Madrid aguarda a conocer el dorsal de su camiseta. No hay número libre. Hay overbooking.

Benzema besa el escudo tras la petición de la grada

Kerim Benzema se encuentra un listón alto. No sólo debido a su cometido de marcar el mayor número de goles posibles, aprovechando las virtudes de los compañeros que le acompañarán en ataque. El delantero francés hereda el éxito de otros compatriotas suyos, entre los que se encuentran el histórico Kopa -compañero de aventuras deportivas de Di Stéfano y compañía- o los más cercanos en el tiempo como Anelka (fracasó, sí; pero tuvo una actuación clave en la consecución de la octava Copa de Europa) y, especialmente Zidane, su ídolo. El otro, es Ronaldo. “Estoy muy contento de estar en el club de mis ídolos”. Y, quizá, por este motivo, Benzema fue agradecido con Florentino: “Gracias presidente”, afirmó en un castellano bastante digno si tenemos en cuenta su escaso conocimiento del idioma de Cervantes. Pero suficiente. Incluso mejor como cuando imitó al astro portugués al solicitar un ¡Hala Madrid! colectivo al público o complació al respetable al besarse el escudo o saludar con bufanda en mano.

Benzema, aunque bastante tímido, estuvo siempre sonriente. “He cumplido mi sueño de estar en el mejor club del mundo”, se intuyó en su escueto discurso, comenzado con un “Gracias por estar aquí”, en alusión a los casi 20.000 aficionados, y “perdón pero no hablo muy bien español”. No fue problema. Benzema agradó.

Satisfecho por su triplete de estrellas, Florentino Pérez mantuvo un discurso con bastantes guiños a las numerosas y contrarias opiniones sobre su forma de entender cómo se debe reconstruir el Real Madrid: “No es fácil encontrar una explicación a lo que viene sucediendo últimamente en el Santiago Bernabéu”; “esta noche apostamos por un futbolista de futuro, pero que ya ha demostrado ser el mejor de Francia y uno de los mejores delanteros de Europa”; “con vosotros, una afición siempre leal, con los mejores futbolistas y con talento más sacrificio conseguiremos títulos; esto es sólo el comienzo”, y un mensaje más contundente antes de dar oficialmente la bienvenida a su nueva adquisición: “Este es el mismo modelo que empleó nuestro presidente Santiago Bernabéu”. La misma política, en definitiva, a la utilizada en su primer mandato, como rememoró al recordar que hace 8 años el protagonista no era Benzema, sino un ídolo del joven delantero, el autor del tanto de la novena, el también francés, y también de origen argelino, Zinedine Zidane; hoy ausente debido a su viaje de descanso en tierras canadienses. El resto de la exposición de Florentino Pérez se encuadró en los mismos parámetros a los mantenidos en anteriores exposiciones: “Benzema cumple su sueño de niño, hoy viste la camiseta blanca que siempre pedía en Lyon. Esta afición te ofrece su cariño. Querido Kerim, ya forma parte de un Real Madrid que adoras desde siempre”. Las fotos y saludos varios completaron un acto que sirve como antesala a la vuelta al trabajo, que se producirá mañana viernes en otro escenario como Valdebebas y en la más estricta intimidad.

Porque hoy, a pesar del 'triplete', cuyo coste ha ascendido a 194 millones de euros, ni Florentino Pérez ni los madridistas rindieron visita a La Cibeles. Pero, eso sí, con la aparición de Benzema, y con los actos de Kaká y Cristiano Ronaldo en la retina, tanto Florentino Pérez como los parroquianos del Bernabéu sintieron estar más cerca de abrazarse a la Diosa.

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