Gigantes do Norte: Equipo de 'enanos' en Brasil

JR Tolkien, escritor sudafricano adorado en medio mundo por aquellos que le consideran el ‘padre’ de la literatura moderna de fantasía, alcanzó la fama años después de su muerte. El rotundo éxito de obras como El hobbit y El Señor de los Anillos, le colocó entre los más grandes escritores de todos los tiempos por la singular perspectiva de un mundo ficticio reinado por hombres, hobbits y elfos. Tolkien tenía una facilidad innata para crear criaturas quiméricas pero su mayor placer lo encontró con los enanos. Según sus esquematizados pensamientos, estos eran una raza humanoide con lengua propia, corpulentos físicamente, barbudos aunque, evidentemente, menudos en altura. Una peculiar perspectiva que ha avanzado a lo largo de la historia del hombre y que siempre se ve acompañada de calificativos discriminatorios (enanos, gnomos, duendes…).

Esta patología, muy alejada de la óptica imaginaria del fallecido escritor, es una anomalía con multitud de vertientes. Ya sea por causas genéticas, nutricionales o trastornos endocrinos, las personas de talla baja han sufrido multitud de ofensas que han frenado su adaptación al mundo global. Son complementos del cine. Secundarios en películas fantásticas, wl personaje irónico en una comedia americana de ‘medio pelo’ y hasta los malvados en los dibujos animados pero en el fútbol, las barreras han desaparecido. Con la ilusión por bandera y un enorme corazón para derrotar las adversidades, un grupo de ‘enanos’ desafía a las leyendas, mitos y fantasías con la simpleza del balón en los pies. Son ‘gigantes’. Los ‘Gigantes do Norte’.

Belém, capital del estado brasileño de Pará, dominado futbolísticamente por la rivalidad que comparten Remo y Paysandu (clásico de la Región norte de Brasil y el derby más antiguo de todo el país con más de 700 ediciones), fue el epicentro de una apuesta para condenar los prejuicios de estas personas y gritar por su igualdad. Todo comenzó como una forma de tomar protagonismo y dejarse ver para luchar por su homogeneidad en la sociedad brasileña. Con un incansable afán de superación y enorme trabajo físico, este grupo de valientes futbolistas logró ser aceptado en la liga juvenil Paranaense, competición que alterna con partidos amistosos donde han dejado una grata impresión y han conmocionado al pueblo brasileiro, que les aclama como verdaderos héroes.

Estos ‘bajitos’ tienen alturas de entre 98 centímetros y 1,40 centímetros (el portero Thelmo Ferreira es la torre del equipo) han necesitado ayuda de todos aquellos simpatizantes que han querido colaborar por la causa. El modesto Tuna Luso, un conjunto de la región, ha sido su mayor apoyo al proporcionarles las camisetas de sus categorías inferiores para poder vestirse con naturalidad y un seguidor acérrimo les transporta semanalmente. Carlos Lucena, ese técnico profesional que apostó por ellos y que ha sido determinante en el recorrido ya avanzado, incluso ha admitido haber soltado alguna lágrima por la heroicidad de sus ‘pequeños’ cracks.

Estos, ni cortos ni perezosos, no han dudado en dejarse llamar como algunas de las estrellas brasileñas del momento y son conocidos como Robinho, Ximbinha, Anderson, Dadai, Zeó o Vagner Love. Este último, cuyo nombre real es Cazemiro Ribeiro, es la gran atracción pues sus coletas al estilo del punta del CSKA hacen las delicias de los fans, que le consideran un ejemplo de sacrificio y dedicación. No obstante, más allá de estos partidos, se gana la vida con su destreza con el balón ya que sus artes malabares son una constante en los descansos de partidos oficiales o en la propia calle de Belém. 40 reales por hacer feliz a un público entregado con sus 'pequeños' héroes.

Los ‘Enanos Brasucas’ (como también se le denomina en la ciudad) iniciaron su sueño en enero del año 2008 con 3.000 espectadores en las gradas y una goleada (8-1 ante el Visagentos) han progresado con fe y motivación, la que ahora les hace pensar incluso en poder ser profesionales (quieren entrar en las divisiones profesionales del Campeonato Paraense, estado de Pará). Sus pinitos en pro de la integración han pasado a convertirse en un fenómeno que pretende entrar en competiciones de mayor índole, algo que refleja un espíritu luchador que embauca a todo el mundo y que les hace ‘gigantes’. Los ‘Gigantes do Norte’.

El Enganche