¿Repites primero de Bachillerato? Con cuántas y cómo depende de dónde estudies

A pocas semanas del inicio del próximo curso, aún hay mucha confusión sobre las condiciones de repetición de los estudiantes de primero de bachillerato que suspenden tres o cuatro materias este curso.

Probablemente nunca se ha vivido tanta incertidumbre en una aspecto organizativo tan básico a sólo dos meses de que se inicie un curso escolar. Una sentencia del Tribunal Supremo de marzo del presente año anuló un real decreto del Gobierno del Estado que, basándose en una interpretación del artículo 36 de la Ley Orgánica de Educación, pretendía dar la opción a que estudiantes con tres o cuatro materias suspensas de primero de bachillerato pudieran cursar, en determinadas condiciones, otras de segundo de bachillerato. El pronunciamiento del Tribunal Supremo, que no fue recurrido por el nuevo ministro de Educación, Ángel Gabilondo, cerró una posibilidad pero abrió otras dudas, en este caso sobre las circunstancias en las que dichos estudiantes tienen que repetir primero de bachillerato.

La Ley Orgánica de Educación no lo dejaba claro. Desde un principio ya se plantearon varias opciones –repetición íntegra, sólo de las materias suspensas u opcional de las materias también aprobadas pero en determinadas condiciones- y la situación recomendable de que la regulación, de la que son competentes las comunidades autónomas, todas, se hiciera de forma única, al menos coordinada. En éste como en otros temas educativos recientes –regulación de la enseñanza de la Religión, inclusión en el currículo de Educación para la Ciudadanía-, la confrontación política ha dejado poco margen para el acuerdo y el compromiso. De hecho, ha sido motivo para ver una vez más el choque de dos concepciones diferentes sobre cómo afrontar el muy grave problema del fracaso escolar en bachillerato –más bien abandono-, y que sitúa a España prácticamente a la cola de la OCDE: por un lado, quienes veían la promoción condicionada a segundo para los chicos con tres o cuatro suspensos o ahora la repetición no completa de primero como una facilidad importante que permitirá que estudiantes con menos talento e incluso recursos materiales familiares más limitados logren finalmente graduarse; de otra, quienes ven precisamente en esa flexibilización un riesgo aún mayor de desmotivación en el estudio y alertan del peligro que para chicos de tan corta edad puede suponer el no tener cubierto, al repetir curso, la totalidad de su horario escolar en el centro, problemas organizativos de los institutos aparte. En la primera postura se han alineado el Gobierno del Estado, las comunidades gobernadas por la izquierda y los sindicatos de profesores y organizaciones de estudiantes y familias de orientación progresista; en la segunda, sindicatos y organizaciones católicas y conservadoras, así como las comunidades autónomas gobernadas por el Partido Popular. Ha habido excepciones, cierto, pero más allá de la controversia política y legal, la polémica ha tenido trasfondo ideológico. Y de oportunidad política, también.

¿Qué solución se ha aportado finalmente? Pues en principio las cosas empiezan a parecer algo más claras, aunque sólo en parte. En la mayoría de las comunidades autónomas, casi todas regidas por el PSOE, se aplicará el acuerdo logrado en la Conferencia Sectorial de Educación y publicado en el BOE el día 19 de junio pasado. Además de repetir curso completo renunciando a las calificaciones obtenidas en las materias aprobadas, se permitirá a los estudiantes cursar sólo las suspensas o incluso alguna más, eso sí, condicionando la validez de la nueva calificación obtenida a que ésta sea mayor a la del curso pasado. La aplicación será compleja pues surgirán dudas de interpretación que a buen seguro provocarán el surgimiento de desarrollos diferentes, incluso entre las comunidades autónomas que aceptan esta regulación mayoritaria. En las no acogidas al Acuerdo, como Madrid, La Rioja, Navarra, Murcia y Comunidad Valenciana, a repetir todo primero si no se promociona a segundo con todo aprobado o con una o dos materias suspensas. Algunas comunidades como Galicia o Castilla y León, inicialmente acogidas a lo pactado en la Conferencia Sectorial, han pasado a efectuar interpretaciones finales restrictivas del Acuerdo que están generando aún más dudas. Murcia, de otra parte, ya ha aprobado su regulación propia que obliga a la repetición en estos casos conforme a la orientación general defendida por el Partido Popular. Además de estas situaciones queda otro problema aún mayor, el de cómo se regulará la situación de aquellos estudiantes que durante un curso académico cambien de comunidad autónoma o que, al inicio del siguiente, se trasladen a otra de régimen de promoción distinto. Solución habrá; satisfactoria, ya se verá.