Brasil hunde a Italia y Estados Unidos será rival de España

La historia del fútbol nos ayudó a comprender ciertas máximas y premisas que siempre se acaban cumpliendo pese a lo complicado e inaccesible que pudieran parecer por momentos. La fuerza física de Alemania le ha valido para sacar la cabeza en momentos de tensión extrema, la garra argentina cambió el curso del fútbol mundial con algunas lecciones en citas de míticas pero sobre todo, por encima de cualquiera de ellas, está Italia. La azzurri siempre tiene la última palabra, esa ocasión sobre la hora que acaba por darles vida, ese gol en propia puerta que les devuelve la fe y una incomparable admiración por la heroicidad en noches históricas. Brasil ha quebrantado esa doctrina con un ‘saco’ de goles que reflejan su gran momento de forma y, sobre todo, el delicado trance que atraviesa la aún (que nadie lo olvide) campeona del mundo.

La canarinha no especuló. La ‘carambola’ del grupo no le aseguraba estar en semifinales pese a haber ganado los dos primeros partidos y aunque Dunga realizó algunos cambios, la profesionalidad fue impecable, intachable para un conjunto que suele vacilar con facilidad cuando la necesidad no acecha. Sin embargo, dejar fuera a una amenaza como Italia y mostrar los dientes a España en su camino hacia el título, era un regalo demasiado goloso como para dejarlo pasar. Italia, con evidentes problemas en creación, una alarmante falta de pegada y con la prensa nacional criticando descaradamente y sin tapujos los esquemas de Lippi, se mostró vulnerable desde el inicio y en apenas tres ‘chispazos’ brasileños la cita les dio la espalda.

El tridente canarinho, con Luis Fabiano de ‘killer’, Robinho desbordante y Kaká de conductor, aleccionó las dudas italianas. El sevillista, que parece haberse hecho finalmente con el puesto de delantero centro que tantos pretendientes tiene desde el adiós de Ronaldo, barrió una pelota dividida y remachó una contra para sacar los colores a la defensa azzurra, que acabó de derrumbarse con un auto-gol de Chiellini. Facilidades en la contra, nula capacidad destructora en la medular y constantes cambios tácticos (Lippi hizo varios cambios en extremos y enganches demostrando su disconformidad), hicieron enloquecer el partido. Brasil se gustaba pero Italia, sólo reactivado por la sorprendente victoria de Estados Unidos ante Egipto, buscaba un gol que le diera un segundo puesto inmerecido pero que volvería a reeditar otro de aquellos milagros que lo han acompañando a lo largo y ancho de su historia.

La victoria brasileña, holgada y contundente, dejó todo abierto a Egipto y Estados Unidos, que pese a no contar para nadie, acabó dando la sorpresa y se coló en semifinales con un solo partido ganado y cuando todos la daban por muerta. Los de Bob Bradley se dieron un gustazo con una sonora victoria ante el campeón africano, que firmó una noche paupérrima que echó a perder sus buenas vibraciones previas. Davies, Bradley y Dempsey, tres pilares yankees, catapultaron la heroica americana e, inesperadamente, serán el rival de España este miércoles por un puesto en la finalísima de la Copa Confederaciones. Agónico, mítico, impactante pero, esta vez, Italia no ocupaba el titular. Estados Unidos rompió las quinielas y se medirá con la ‘Roja’.

El Enganche