¿Pagó la reina por llevar maletas en Ryanair?

Hace unas semanas, la compañía de bajo coste Raynair sorprendía a la opinión pública española con un anuncio en prensa en el que se utilizaba la imagen de la reina Sofía. La compañía se jactaba, y se aprovechaba mediáticamente, de que la reina hubiera utilizado sus servicios para realizar un vuelo desde Santander a Londres. Doña Sofía viajó con Raynair (única compañía que cubre esta ruta), y lo hizo bajo las condiciones generales que impone esta aerolínea a sus pasajeros. Unas condiciones que incumplen la normativa de navegación aérea, donde se establece que el transporte del equipaje debe estar incluido en el precio del billete.  ¿Pagó la Reina Sofía por llevar maletas?

 Ya lo había puesto en práctica con otros "famosos".  Sarkozy  y Carla Bruni protagonizaron hace meses una campaña de la aerolínea de bajo coste Ryanair  en Francia después de que utilizaran sus servicios en un viaje privado. También sucedió con Zapatero. Los usuarios, y la propia doña Sofía, fuimos los primeros sorprendidos cuando vimos la  imagen  de la reina en una campaña publicitaria de Ryanair en el diario  El País bajo el titular: "La Reina Sofía vuela en bajo coste".   Pero en el caso español, la utilización de la imagen de Doña Sofía fue doblemente provocadora, ya que  incluía un particular mensaje a la monarca: "Donaremos 5.000 euros a la institución benéfica de su elección".

Tras el "revuelo" bien amortizado por la compañía, la Casa Real se apresuró a desentenderse del asunto emitiendo un comunicado donde manifestaba su malestar por la publicación del anuncio.  A fecha de hoy, los 5.000 euros  permanecen  en el limbo de la estrategia de márketing de Ryanair (bastante burda, por cierto), lo que pone en evidencia su escasa voluntad   por colaborar en causas benéficas sin el correspondiente beneficio mediático.  Tampoco  ha aclarado Ryanir en ningún momento  si la reina pagó religiosamente una tasa por el transporte de su equipaje en el trayecto que une Santander y Londres. 

Al igual que sucede con otras compañías de bajo coste, la aerolínea irlandesa cobra a sus pasajeros una tasa adicional al precio del billete por el transporte de la maleta. Se trata de una práctica totalmente ilegal tal y como se establece en la Ley 48/1960 de Navegación Aérea. En su artículo 97 se señala que "el transportista estará obligado a transportar juntamente con los viajeros, y dentro del precio del billete, el equipaje, con los límites de peso y el volumen que fijen los reglamentos. El exceso será objeto de estipulación especial". No puede estar más claro. Y a pesar de ello las condiciones generales de la contratación de esta aerolínea dicen  lo siguiente:

" Cada pasajero podrá facturar un máximo de 3 maletas con un peso total de 15 kg y deberá abonar las tarifas correspondientes por la facturación de maletas. Al equipaje facturado reservado en línea se le aplicará una tarifa reducida por bolsa y por trayecto de vuelo de 10€ por la primera bolsa y de 20€ por cada bolsa adicional, trayecto y vuelo. Si las tarifas por equipaje facturado se abonana en el aeropuerto o a  través del centro de reservas de Ryanair, se aplicará la tarifa estandar de 20€ por bolsa y por trayecto".

Y no es la única. Las tasas por el transporte de maletas son habituales en las compañías de bajo coste, y el precio varía de unas a otras. BMI Baby cobra 12,78 euros; AirLingus, 12 euros; Germanwings, 11,90; Sterling Airlines, 5; Skyeurope, 7,5; Wizz Air, 10 euros y Vueling, 20 euros....  Son precios que corresponden a la facturación "on-line", que aumentan en el caso de que el usuario haga la facturación en el mostrador de la compañía.

Las compañías aéreas llaman a estas tasas  "política de facturación" y  afectan a todos sus viajeros  incluida la reina Sofía. Lo que el usuario debe saber , y la reina también, es que son contrarias a la legislación vigente  y, por tanto, todos los viajeros, sean monarcas o no, tienen derecho a reclamar su devolución. (La otra opción es no pagar, pero en ese caso no se vuela, así de claro). La reclamación pueden hacerse ante la  propia compañía, que le dirá que es "política de la empresa" o,  ante un juzgado, a través de un procedimiento denominado "de menor cuantía" (reclamación inferior a 900 euros) que no requiere de abogado ni procurador. 

No sabemos si los 5.000 euros que Ryanair estaba dispuesta a entregar  a la institución benéfica elegida por Doña Sofía proceden de esta práctica totalmente contraria a la legislación española  y europea, que obliga a que el usuario sea informado del precio final del billete, con todos los cargos incluidos.  Si es así, 5.000 euros parecen bien poco teniendo en cuenta el número de viajeros que anualmente utilizan aerolíneas de bajo coste como Ryanair, o las múltiples tasas y cargos adicionales que las compañías aéras utilizan para camuflar el precio real de volar.

 La última novedad tiene que ver con el uso de líneas de tarificación adicional .El Instituto Nacional del Consumo ha remitido a la Secretaría de Estado de Telecomunciaciones un informe que incluye a las páginas web cinco compañías aéreas (Iberia, Air Euroap, Easy Jet, Vueling y Spanir) donde se ha detectado ausencia de la información obligatoria relativa al coste de las llamadas a números 807. Las líneas aéreas han visto un nuevo filón de ingresos adicionales en estas  líneas "premium" a través de las cuales han empezado a gestionar reservas y reclamaciones.

A la espera de que la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones resuelva el expediente, usuarios y monarcas seguimos pagando gastos adicionales por volar en bajo coste.  Las aerolineas siguen facturando o inventando nuevos importes, y la administración, además de lenta, resulta poco eficaz para poner coto a estos abusos.

De momento, solo la Agencia Catalana de Consumo ha abierto expedientes sancionadores a tres low-cost en relación con el cobro adicional por facturación de equipaje, después de que la Unión de Consumidores presentara, en total, 13 denuncias. De esto hace un año. 

La lentitud de la administración corre a favor de las compañías aéreas. Pero también lo hace su escasa capacidad para sancionar, ya que es más que probable que la cuantía de las multas  resulte bastante rentable en función de lo facturado durante todo ese tiempo.

¿Pagó la reina Sofía por el transporte de su equipaje en Ryanair? Lo más probable es que lo le quedara otra opción. Lo preocupante es que sean las políticas de emprena, y no la ley, la que nos iguales a todos: monarcas y usuarios.