Orlando Magic, o cómo hacer valer un himno (2-1)

Un desacertado Kobe Bryant no puede con el sobresaliente partido de los locales. Orlando consigue así la primera victoria de su historia en unas Finales de la NBA al derrotar a Los Angeles Lakers por un ajustado 108-104.

Kobe Bryant no tuvo uno de sus mejores partidos

Cada vez que Gina Marie Incandela ha interpretado el himno nacional de los EEUU en el Amway Arena de Orlando, los Magic han ganado. 7-0 es desde esta noche el récord de la franquicia de Florida cuando esta niña autista, de tan solo siete años, pone los pelos de punta a propios y extraños con su preciosa voz, al cantar el conocido The Star -Spangled Banner.

Emociones aparte, Los Angeles Lakers llegaban a Orlando con intención de "ser campeones cuanto antes", como dijo Gasol antes del partido; refrendar las dos victorias conseguidas en el Staples Center, y dar un paso de gigante en la lucha por el anillo. La serie se trasladaba a un pabellón mucho más ruidoso, más caliente, que empuja sin cesar a su equipo. El Amway Arena no tiene el glamour del Staples Center, pero a la hora de la verdad, es capaz de llevar en volandas a su equipo hacia la victoria.

Y así fue como, a pesar de un mal comienzo (2-8 de salida, 0/3 en triples para los locales), los Magic no dejaban escapar en ningún momento un partido que ya en su primer cuarto presumía del ataque por encima de la defensa (27-31). Los 17 puntos de Kobe Bryant en los primeros doce minutos de partido hacían presagiar una de esas noches mágicas en las que el escolta angelino rompe todos los registros, aunque si los de Florida no perdían la fe era gracias a la actuación de un hasta ahora desaparecido Rafer Alston, autor de 11 puntos en el primer cuarto. 

La rápida acumulación de faltas de Pau Gasol, condicionó sobremanera el planteamiento de Los Angeles Lakers, que tenían que contar de nuevo en pista con un todavía inmaduro y nada determinante Andrew Bynum. Ante la defensa de éste, y aprovechando cada ventaja en cada ataque, Orlando cargaba el juego sobre Dwight Howard, que empezaba a encontrar sensaciones en estas Finales de la NBA. Aún así, toda acción espectacular por parte de los locales (como el tan ansiado alley-hoop de Howard), era contestada por los Lakers de forma inmediata, a excepción de los dos triples consecutivos que convirtió Rashard Lewis para cerrar la primera parte adelantando a los suyos (59-54).

Claro que si alguien pensaba que iba a ser imposible para Orlando mantener ese nivel de acierto en el tiro exterior, estaba equivocado. Los Angeles Lakers, firmes frente al 75% local en tiros de campo en los dos primeros cuartos, elevaron su nivel de intensidad defensiva tras el descanso, lo cual no supuso una amenaza para Orlando, que seguía encontrando muchas y distintas opciones para anotar. Siempre por delante en el marcador, si no anotaba Alston, lo hacía Howard, o si no Turkoglu, Lewis o Pietrus; éste último además fue la sombra de Kobe Bryant a partir del primer cuarto. De nada servía que Pau Gasol y Lamar Odom dieran un paso al frente ante la "desaparición" de Kobe Bryant, ya que Orlando seguía por delante (81-75).

Con todo, Lakers conseguía empatar el partido a 99 tras dos tiros libres de Gasol a menos de tres minutos para el final del partido. Aunque a pesar de sus 31 puntos y 8 asistencias, el de anoche no era precisamente el partido de Kobe Bryant, y a falta de 29 segundos, perdía un balón que dejaba el encuentro decidido en favor de Orlando Magic. Al final, con récord de porcentaje en tiros de campo en una Final de la NBA (63%) incluido, los de Florida se hacían con la primera victoria de su historia en unas Finales, poniendo el 2-1 en la serie tras derrotar al equipo de Phil Jackson por 108-104.

De cara al cuarto partido, los dos equipos tienen motivos suficientes para seguir siendo optimistas: si bien Orlando ha recuperado a su director de juego durante todos estos PlayOffs, Rafer Alston, y ha hecho del Amway Arena un fortín al grito de otro "himno" (Beat L.A.!), los Lakers pueden confiar en que su rival no mantenga ese espectacular porcentaje de acierto, toda vez que Kobe Bryant recupere sensaciones de cara a los partidos que resten para que consiga su cuarto anillo. Pau Gasol, que apareció sin continuidad por la acumulación de faltas, acabó con 23 puntos (con un efectivo 9/11 en tiros de campo) y tan solo 3 rebotes, ya que la participación de Andrew Bynum le alejó de los tableros.  

Con cinco jugadores por encima de los 18 puntos, Orlando completó un partido sobresaliente, escribiendo con esta primera victoria una nueva página en su historia como franquicia NBA. Dwight Howard (21 puntos y 14 rebotes), Rashard Lewis (21 puntos), Rafer Alston (20 inesperados puntos), y Mickael Pietrus e Hidayet Turkoglu (18 puntos para ambos), fueron los artífices de la derrota de Lakers, e igualan un poquito más la serie obligándonos a disfrutar como mínimo de un quinto partido, el último de los que se disputarían en Orlando. ¿Campeones cuanto antes los Lakers? Para eso primero tendrán que acabar con el talismán de Gina Marie y su espectacular interpretación del himno nacional americano, clave para los Magic. ¿Howard, Turkoglu? Ponga un himno en su equipo.