Russian Red se cabrea con su discográfica

Russian Red, la joya de la corona de la nueva generación indie que arrasa en nuestro país, ha dicho basta. La cantante madrileña afirma que Eureka, su compañía discográfica, ha estado tomándole el pelo. "Al principio no me preocupaba por los asuntos más puramente 'de negocio', pero en cuanto me he interesado por ello he descubierto que me estaban engañando".

En los últimos meses eran varios los rumores que la situaban ante un eventual salto a la multinacional EMI. Nada se ha confirmado ni desmentido. Hasta ahora lo único oficial es que Russian Red (o lo que es lo mismo, Lourdes Hernández) se siente estafada por su discográfica. "Durante un año he cumplido con todas mis obligaciones de buenísima gana, pero ahora me he dado cuenta de que los demás no estaban haciendo lo mismo, de que me estaban tomando el pelo".

Actualmente la música en nuestro país vive un cambio generacional con myspace como telón de fondo. El marketing musical no ha dudado en enaltecer las bondades de las redes sociales de Internet. Nos han vendido un cuento de hadas digno de la película más empalagosa de Disney. La idea a vender es sencilla: colgué mis temas en myspace y el boca-boca hizo el resto. Pero no todo es un camino de rosas. La industria de la música, como cualquier industria, funciona con dinero... y ésta es una historia de dinero.

Eureka es una compañía independiente que lanza muy pocas producciones al año. El éxito de Russian Red ha sido para esta pequeña empresa una espléndida noticia que le ha aportado prestigio. Pero según parece, en los tiempos que corren, el prestigio no supone ingresos económicos. "Se han vendido muchos discos y me dicen que hemos perdido dinero, lo cual es incomprensible", afirma la cantante madrileña en una entrevista en ABC.es. El primer disco de Russian Red, producido por Brian Hunt, ha vendido unas 20.000 copias, una cantidad bastante considerable para una compañía tan pequeña como Eureka.

Con este panorama, el salto a la multinacional EMI se complica por momentos. Al parecer, Eureka pone impedimentos para la rescisión del contrato. "Ni siquiera me dejan que abandone la discográfica, porque me exigen una cantidad de dinero que es una locura, casi como lo de las cláusulas de los futbolistas".

La compañía, por su parte, afirma que es un "tema complejo" y no quieren que "se airee", conscientes quizá de la imagen negativa que una explicación económica del asunto  ofrecería cara al público. Más aún teniendo en cuenta que Russian Red ha conquistado con su particular encanto las alabanzas de crítica y público. Dicho de otra forma: está mal visto meterse con Russian Red. ¡Imagínense la mala prensa que conlleva haber engañado a esta jovencita haciéndole firmar un contrato de mierda!