Los nombres de la Final de Champions

Unos por goles, otros por su descaro y otros por su desgraciada noche sobre el césped de la Ciudad Eterna. Roma premió el estilo culé y castigó en exceso a un United ganador y quizás demasiado ambicioso de inicio. No acertó y el poderío ofensivo de este Barcelona de tiralíneas y armonioso toque le asestó un golpe vital. Estos son los protagonistas de la noche en la que Guardiola hizo feliz a millones de azulgranas y culminó la proeza del 'triplete'.

El duelo de la final, para Messi

Lionel Messi: Era imposible no mirar con ansias de protagonismo al argentino, que tenía un duelo con una Champions que aún no sentía como suya (fue suplente en París en la final ante el Arsenal) y una etapa reina que escalar ante el gigante Cristiano Ronaldo. Marcó el gol definitivo en una de sus peores especialidades, el juego de cabeza, pero fue una constante amenaza para un United que dejó muchos espacios en la segunda mitad debido a su necesidad. Leo apunta al Balón de Oro más que nunca y ahora ya no hay motivos en forma de títulos que se lo puedan negar. Máximo goleador en Champions.

Cristiano Ronaldo: Perdió en una de su noches fetiche, cayó derrotado ante los ojos de esa Europa que le envidia como Mejor Jugador pero en su noche más amarga fue el puñal de un United de más a menos. Disparos lejanos, voleas, cabezazos y la sensación de que sólo él y su calidad iban a echar por tierra el sueño culé. Nunca se escondió. Un cuarto de hora inicial le pudo encumbrar puesto que su ímpetu y fortaleza estuvieron a punto de premiarle en sus insistentes apariciones. Acabó perdiendo los papeles como todo crack que se ve superado por las circunstancias pero demostró más que nunca que su carácter es ganador.

Etoo: Cabreado por el fallido ‘pichichi’, el camerunés se desquitó en la noche ideal, en la que recalcará de nuevo su figura para la leyenda culé y en la que todos esperaban a otros. Se habla poco de él pero no falla nunca y en una jugada sublime rompiendo a Vidic, sacó un recurso con la puntera que sorprendió a Van Der Sar. Fue el primer balón que pasó del medio campo y se convirtió en gol, lo que cambió a su equipo y la dinámica de un partido delicado. Ruge el rey africano.

Piqué: No se puede hablar de venganza pero seguro que el central ya internacional celebró masivamente su título ante un United donde no encontró acomodo hace tan sólo unos meses. Ferguson, que confió de niño en él, no lo hizo cuando se hizo mayor y su central de futuro regresó a ‘casa’ para progresar definitivamente. El nombre del año en la Liga. El referente de la nueva hornada que reforzará la ‘Roja’ y el mejor fichaje (calidad-precio-rendimiento) del Barcelona de Guardiola. Un año para enmarcar.

Anderson: No acaba de dar el 'do de pecho' en partidos donde su calidad (la que siempre se le presupone pero nunca aparece), debía tomar el mando. Sólo su juventud le dio la titularidad por delante de Scholes y la baja de Fletcher evidenció que el brasileño no está ni para destruir (tarea que le quiere asignar Ferguson desde su llegada), ni tampoco para atacar como llegador o mediapunta. Un híbrido que necesita pensar en cómo desarrollar una carrera que parece desequilibrada.

Rooney: El corazón mancuniano también es capaz de desaparecer. Más discreto de lo habitual y ensombrecido por la eterna obligación de luchar cada pelota hasta posiciones defensivas, demuestra que pese a sus grandeza y caché, puede ensuciarse las manos como el que más por su equipo y por quien le colgó el cartel de estrella con apenas edad de juvenil. Un ejemplo de que el fútbol, aún para los más grandes, también puede ser un ejercicio diario de compromiso anteponiendo este a su orgullo personal. Apagado en ataque pero sencillamente genial en su mentalidad y profesionalidad.

El Enganche