Los diez peores minutos de la vida de Ferguson

"Han sido los diez peores minutos de mi vida". Así se expresó Sir Alex Ferguson instantes después de levantar su primer título europeo como técnico del Manchester United. Fue el 15 de mayo de 1991 en Rotterdam (Holanda). El título en juego era la desaparecida Recopa y el rival el Barcelona de Johan Cruyff. Ese encuentro es el único precedente de una final en la que se batieran en duelo mancunianos y culés, como sucederá este miércoles 27 de mayo en el Olímpico de Roma. Esta vez el premio será la mayor corona del viejo continente, la Copa de Europa.

Alex Ferguson recaló en el banquillo de Old Trafford en noviembre del 1986, cuando el Manchester United era ya era Red, pero débil con 'B'. En aquel momento los mancunianos eran penúltimos y la vitrina de trofeos no se había abierto en los últimos 20 años. Con Fergie al mando, el United recuperó poco a poco su grandeza y comenzó a brillar en las competiciones domésticas. Su salida a Europa no se produjo hasta 1990. Hasta ese año los equipos ingleses padecían un veto de cinco años como castigo por la tragedia de Heysel.

La puesta de largo europea del Manchester United sería en la Recopa, después de proclamarse campeón de la Copa de Inglaterra. Los ingleses arrancaron ante el húngaro Pécsi Munkás, y después de deshicieron del Wrexham galés, del Montpellier francés, y en semifinales batieron al polaco Legia de Varsovia.

El Barcelona, por su parte, también daba los primeros pasos en un proyecto ilusionante y en España había logrado destronar al Real Madrid de la Quinta del Buitre. Su camino en la Recopa fue pedregoso. Sus primeros platos fueron sencillos, el Trabzonspor turco y el islandés Fram Reykjavik, pero en cuartos de final se encontraron con el Dinamo de Kiev, y el más difícil todavía llegó en las semifinales, donde le esperaba la Juventus de Turín. En una tensa eliminatoria, los culés lograron vencer, pero perdieron para la final a su portero Andoni Zubizarreta y al centrocampista Guillermo Amor por sanción,y a su estrella Hristo Stoichkov, por lesión.

La final tendría lugar en Rotterdam, en De Kuip, entre dos equipos con planteamientos ambiciosos que concebían la llegada al gol desde distintos puntos de vista, algo similar a lo que sucederá este miércoles en Roma. Ferguson apostó por un once formado por Sealey; Irwin, Blackmore, Bruce, Phelan; Gary Pallister, Bryan Robson, Paul Ince; McClair, Mark Hugues, Lee Sharpe. Mientras que Cruyff eligió a Busquets; Nando, Alexanko, Koeman, Ferrer; Eusebio, Bakero, Goikoetxea; Begiristain, Laudrup, Salinas.

El encuentro avanzó en la igualdad hasta que a los 67 minutos, tras un saque de falta colgado al área, Mark Hughes aprovechó una indecisa salida de Carles Busquets para adelantar a los ingleses en el marcador. El Barcelona se volcó en busca del empate, pero concedió demasiados espacios atrás, que convirtieron en letales a los contragolpes del United. Así, en una rápida transición, Hughes volvió a dejar en evidencia a Busquets para anotar el segundo gol en el marcador a los 74 minutos.

El 2-0 parecía sentenciar la final a favor de los ingleses, pero un sensacional lanzamiento de tiro libre ejecutado por Ronald Koeman inyectó emoción en vena a los diez últimos minutos del encuentro. Los azulgrana asediaron la portería de Seasley sin descanso. El impetu culé no descendió ni cuando Nando fue expulsado a los 84 minutos y los de Cruyff rondaron un gol que finalmente no llegó. Alex Ferguson suspiro de alivio. Había vivido los diez peores minutos de su vida, pero había valido la pena. Era su primer título europeo con el Manchester United.

Casi 30 años después y con muchos títulos a sus espaldas, Alex Ferguson todavía vive cada final como si fuera la primera. En mayo del 91 sufrió de lo lindo para levantar su primer trofeo continental con los mancunianos, y firmaría volver a sufrir así este miércoles si eso supone que aloja una nueva Copa de Europa en las vitrinas de Old Trafford. Posiblemente, a sus 67 años, sea la última oportunidad de conseguirlo.

El Enganche