Así jugará el Manchester United

Recuerdo, no sin cierto sabor agridulce, la eliminatoria que mejor nos sirve de referencia a la hora de valorar la finalísima de Roma de este miércoles. Fue hace algo menos de un año, en semifinales de la misma competición que mañana pone el colofón y con muchos de los protagonistas que lidiarán por el entorchado continental en el vetusto pero ya legendario Olímpico de Roma. El United venía de arrasar, con una cara más agradable que la mostrada durante esta campaña pero con la misma capacidad de dominar registros que actualmente ha venido reflejando con la solidez resultadista como mejor aval. El Barcelona, por el contrario, tenía muchas más dudas que ahora y, sobre todo, no había alcanzado el estatus de confianza máxima que respira en cantidades industriales por las empedradas calles romanas. Esas sensaciones se reflejaron y aunque la diferencia fue un solo gol, el United acabó celebrando en Moscú su reinado continental.

Todas las miradas, sobre Cristiano

El peor parado de aquella doble ración culé-mancuniana fue, sin ninguna duda, Sir Alex Ferguson. Y es que pese a que los Red Devils pasaron la eliminatoria merced a un gol de Paul Scholes en la Vuelta disputada en Old Trafford, se le criticó sobre manera su esquema sobre el césped del Camp Nou. Y eso que, pese al cerocerismo, Cristiano Ronaldo llegó a fallar un penalti nada más empezar el partido y el Barcelona estuvo atascado en la gran fortaleza defensiva de los ingleses, que volvieron a recalcar su estupenda capacidad para dominar partidos de diferente índole. El escocés planteó un partido a la contra, obviando que el otrora equipo de Rijkaard, como ahora del de Guardiola, es el que mejor sabe manejarse con la pelota. Mostrando respeto en la posesión, creó su pizarra y ganó. ¿Dónde está la crítica? ¿Es desmesurada o lógica?

Algo parecido puede presagiarse sobre el papel para la noche romana, puesto que, aunque el perfil de este equipo es netamente ofensivo, se encuentra igualmente a gusto sin la pelota y dejando ver su potencial en la contra y jugadas con enorme velocidad de tres cuartos de campo en adelante. Por ello, veo a Cristiano Ronaldo y Rooney como únicos jugadores adelantados, con ocho o nueve compañeros por detrás de la pelota pero con una intensidad máxima para robar y salir a la contra en busca de espacios. Las dimensiones del Olímpico, gigantes para muchos, ayudan a ese estilo pero igualmente evitan que un equipo se cierre excesivamente en su área y por las proporciones del Camp Nou, el Barcelona encontrará un punto a favor en ello.

Con el eterno e insustituible Van Der Sar bajo palos y una línea potente formada por Ferdinand, Vidic y Evra (quizás tres de los mejores actualmente en su puesto), sólo desentona O´Shea. El irlandés, que pese a todo suele sacar provecho de su envergadura y experiencia para paliar su déficit técnico, cumple a rajatabla las coordenadas que Ferguson le exige e incluso su poder aéreo le ayuda a generar mucho peligro a balón parado. Sin embargo, Henry puede destrozarle en velocidad si el galo le obliga a defender pegado a la línea de cal o hasta línea de fondo. Ferdinand se ha recuperado y, junto a Nemanja, forman no sólo la mejor pareja de la Premier, sino una de las más estables del mundo. Pese a todo, en las últimas semanas reflejaron un bajón en su rendimiento y mostraron algunas dudas que no aparecían en años y que en su día costaron muy caro a los Red Devils. Evra es un seguro de vida por experiencia, velocidad y rendimiento ofensivo aunque en esta última tarea tendrá poca relevancia ya que con Messi delante, sus ansias por progresar se verán enormemente reducidas. Puede ser un jugador clave en el partido debido a su marcaje sobre el argentino.

La medular es la línea que mayores incógnitas deja abiertas. Hay que recordar que Fletcher es baja por sanción (injusta, por cierto) y eso modifica el plan de Ferguson, que ha logrado que el compromiso siempre máximo de su compatriota se haya convertido en rendimiento y brillantez, algo que le convierte en jugador clave pese a que era ‘carne de traspaso’ hace unos años. Su ausencia puede ser mitigada por el dúo Carrick-Scholes, aunque Anderson y Park podrían unírseles para dotar al mediocampo de un terrible poder de trabajo aunque poco desborde. Si el coreano se impone en el once (algo posible aunque dudoso teniendo en cuenta que es útil pero se quedó fuera de la lista de convocados en la última final de Moscú), el técnico dejará ver que tiene mucho respeto por el poder de mando del Barcelona y que conoce que su peligro número uno está en el control de Xavi e Iniesta. Giggs, que perfectamente encaja en esa labor de mediapunta con creatividad, es la otra opción peor el galés no aguantaría mucho más de una hora y quizás sea reservado pensando en que el partido puede ser muy muy largo.

Sólo si da un paso al frente con Tévez y Rooney en los costados y Cristiano como eje referente, reflejará que intentará atacar a los culés y afrontar con ambición su segunda final consecutiva. Ambos delanteros son jugadores de enorme sacrificio, dos puntas falsos porque han adaptado su carácter y entrega al servicio del club, ése al que tanto han dado y por el que serán capaces de defender incluso hasta posiciones realmente retrasadas. Hasta minutos antes del inicio no saldremos de dudas. Mientras, a comentar la jugada de ‘Fergie’, que los ‘palos’ le llegarán después.

El Enganche