Menos Gaydar y Bakala y más cafés

Una estadística llevada a cabo por Harris Intercative y Witeck-Combs Comunications destaca que gays, lesbianas y bisexuales utilizan más las redes sociales que heterosexuales

Sexo Express / Nosval.

“Lo que quieras, cuando quieras”, éste es el eslogan de Gaydar, una de las páginas de contactos gays más transitadas de Internet. Porque ya hay más de cuatro millones de usuarios que piensan lo mismo que Oscar Wilde propugna en el siglo XIX: “El placer es la única cosa por la que se debe vivir”, y ahora la manera de encontrarlo es Internet.

Gaydar fue fundada en 1999 por los sudafricanos Gary Frisch, fallecido en febrero del 2007, y su compañero Henry Badenhorst con el propósito de ser un lugar de interacción social para la comunidad homosexual, en un momento en que ser gay posiblemente no se vivía con la misma naturalidad que hoy en día. De esta forma, la web daba la oportunidad de conocer gente con las mismas inquietudes tanto sexuales como culturales de unos mismo, a través de los múltiples ítems que están habilitados para detallar cada perfil con los máximos datos posibles: Gustos musicales, teatrales, culinarios, así como fetiches y preferencias sexuales –tríos, orgias, sexo suave o hard- porque cuanto más especifiques, antes encontraras lo que buscas.

Toda esta información puede ser una perfecta orientación inicial para saber si el chico o chica de espléndida sonrisa que está en tu pantalla es la persona ideal para tomar un café o dejarte llevar por la pasión. Porque sin duda uno de los principales usos de estas webs es ser supermercados de la carne, son la versión 2.0 de las saunas romanas. Y tal como en la Roma clásica la oferta crecía junto a la demanda, nació Bakala.org. Esta web de denominación de origen española ofrece exactamente los mismos servicios de su competidora Gaydar con el plus de ser spanish 100 por 100 como el rico jamón serrano.

• Freud y los hedonistas

 “¿Qué es lo que buscas?” “Lo que surja”. Esta es el popular inicio de un chateo en cualquiera de estas webs de contactos. ¿Pero realmente qué es lo que buscan las personas que navegan bien en Bakala o Gaydar o qué pueden encontrar?

Decía Freud que un ser humano sano es aquel que es capaz de amar y trabajar. Conseguirlo en estos tiempos viene siendo cada vez más difícil. El individualismo propio de la mentalidad occidental ha ido haciendo cada vez más complicadas las relaciones humanas, que hoy día han adquirido un cierto carácter contractual, basándose más en la conveniencia que en el afecto. Me pregunto si es posible que este tipo de relaciones basadas más en el propio  interés que en el amor puedan llegar a durar o a llenar realmente una vida. No lo creo. Es posible que sólo lleven a la soledad más profunda. Tal vez por eso cada vez hay más personas que buscan cubrir sus carencias afectivas en un mundo virtual, que resulta bastante más económico a nivel de dignidad, puesto que no exige renuncia ni compromiso alguno.

Es muy llamativo el éxito que alcanzan en la red las páginas dedicadas al encuentro sexual entre seres virtuales. Y es inevitable cuestionarse qué tipo de mundo estamos creando. ¿Acaso hemos olvidado el verdadero sentido de la intimidad como unión entre dos seres humanos? ¿El hedonismo que impera en la sociedad actual nos está llevando a una deshumanización de las relaciones para dejar paso a una virtualización de las mismas? Probablemente es una muestra más de la crisis de valores que estamos viviendo. Internet puede ser, y es en muchos casos, un instrumento para la difusión de información y cultura, con la gran ventaja del feed back. Antes sólo recibíamos información. Ahora todos podemos opinar, y eso es muy importante, porque convierte la red en un espacio para la libertad. Hagamos un buen uso de ello. Pero sin olvidar que la vida real está ahí fuera, porque quizás no estaría mal menos Bakala y Gaydar y más cafés con los amigos las tardes de sábados y domingos.