La gripe porcina saca a Roche y a Glaxo de la Crisis económica

La noticia de que la gripe porcina tomaba carácter de pandemia mundial ha puesto en jaque a la comunidad internacional, pero también ha sacudido los mercados, susceptibles a cualquier noticia de este calibre, y mucho más en los tiempos (de crisis) que corren. Las multinacionales farmacéuticas han protagonizado un espectacular rebote en las distintas bolsas mundiales, al mismo tiempo que anunciaban que aumentarían su producción de antivirales para paliar la enfermedad en todo el planeta. La Organización Mundial de la Salud (OMS), a su vez, daba un espaldarazo claro a dos de los gigantes farmacéuticos al recomendar como medicinas efectivas contra el virus Relenza, de la compañía inglesa Glaxo, y Tamiflu, de la Suiza Roche.

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El ejercicio del 2008, suponía para Roche un descenso significativo en su facturación de 1.073 millones de euros en las ventas antipandémicas del antiviral Tamiflu -oseltamivir- que en los ejercicios anteriores supuso un impulso para la compañía tras la provisión de 220 millones de tratamientos demandados por distintos gobiernos ante la recomendación de la OMS. Roche, tras esta recomendación para la gripe Aviar, vendió unos 2.650 millones de euros de Tamiflu a gobiernos entre 2006 y 2007, sin duda un buen pellizco de la cuota del mercado farmacéutico que hubiera perdido de no ser por la gripe porcina.

Pero si Roche se veía en dificultades por la disminución en la compra del Tamiflu, Glaxo, en palabras de su consejero delegado, Andrew Witty, afirmaba  en febrero que los resultados del año pasado había marcado 'un punto de inflexión para la empresa' en cuanto a sus resultados, ya que su beneficio neto caía un 14%. En parte por la bajada notable las ventas de Avandia, su fármaco contra la diabetes, que era fundamental en los ingresos de la compañía. Perecía que comenzaban los tiempos duros y Witty  reconocía que la reducción de costes para relanzar a la compañía pasaría por recortar puestos de trabajo.

Las bolsas reaccionan

La mañana de ayer fue una gran jornada en las bolsas, las acciones de Glaxo y Roche subían un 4 y un 3 por ciento respectivamente tras el anuncio de varios gobiernos de adquirir sus medicamentos para paliar la gripe porcina. La euforia contagiaba a las farmacéuticas, mientras los valores de las empresas dedicadas al  turismo caían en picado. Pero para algunos analistas financieros no están tan claras las posibles ganancias de las farmacéuticas, pues el impacto comercial de estas compañías se ve contrarrestado por el hecho de que muchos gobiernos ya habían acumulado un stock considerable, debido a la amenaza previa de la gripe aviar.

"Ciertamente hay un beneficio percibido y probablemente habrá un beneficio real pero no tanto como la primera vez que surgió la gripe aviar", decía ayer Jeff Holford, un analista de la industria farmacéutica.

Roche, al igual que Glaxo, han anunciado que trabajan en aumentar la producción de Tamiflu y Relenza, pero los plazos de elaboración, desde la síntesis del producto hasta su embalaje, podrían tardar hasta ocho meses. Mientras conocemos los alcances de esta crisis, mientras que tengamos alarmas sanitarias de este tipo, estas compañías seguirán beneficiándose en los mercados y las bolsas debido al fuerte lobby que hacen ante los gobiernos y a las recomendaciones de la OMS.