Atribuida a Lope de Vega. Con: Daniel Albaladejo, José Vicente Ramos, José Ramón Iglesias, Francisco Rojas, Mon Ceballos, Jesús Calvo, Arturo Querejeta, Jaime Soler, Muriel Sánchez, Paco Vila, Eva Trancón, Fernando Sendino, Jesús Hierónides y Ángel Ramón Jiménez. Violín: Isaac M. Pulet; Iluminación: Miguel Ángel Camacho. C.N.T.C. Dirección : Eduardo Vasco. Teatro Pavón. Madrid, 28 de marzo de 2009
El rey Sancho IV el Fuerte llega a Sevilla con intención de atraer para su causa a la nobleza local. Prendado de la bella dama Estrella Tavera, intriga, servido por su fiel Arias, para conseguirla. Primero intenta ganarse con favores a su hermano Busto, que no cede a sus ofrecimientos; así que, Arias soborna a la doncella Natilde para que facilite al rey el acceso a la alcoba de Estrella. Pero el hermano de la dama, Busto Tavera, vuelve esa noche a casa antes de lo previsto y le descubre. Para evitar que se conozca su villanía el monarca no dudará en servirse de manera torticera de sus prerrogativas reales y abusar de la lealtad de sus súbditos.
Estamos ante un caso típico de abuso de poder que si bien nunca ha dejado de estar presente en los hábitos de la clase dirigente, hoy se revela de rigurosa actualidad si reparamos en los comportamientos de una clase política sin escrúpulos enfangada en la corrupción y que no duda en servirse de los resortes del poder que tienen a su alcance, -siempre al borde de la legalidad, cuando no sobrepasando sus límites- para conseguir sus fines y mantener sus prebendas.
Es un Lope no habitual, por la dureza con la que está tratada la figura del rey Sancho, un monarca prepotente, rufianesco, incapaz incluso de respetar su palabra y que contrasta con la sagacidad e integridad de Busto Tavera, la dignidad y entereza de la propia Estrella o la honorabilidad y la lealtad de Sancho Ortiz de las Roelas y en general de todos los miembros del cabildo sevillano.
La adaptación es buena, aligera de elementos espurios el texto original manteniendo los términos esenciales del conflicto; algo falla, sin embargo, porque las motivaciones y la evolución psicológica de los personajes parecen insuficientemente matizadas y carentes de la rotundidad que adorna los grandes caracteres lopescos. La homogeneidad e indiferenciación del vestuario, así como la extrema sobriedad de la escenografía, rayana con la austeridad monacal e incapaz de evocar espacios reales o simbólicos reconocibles donde ubicar a los personajes, tampoco ayudan a esa concreción. Definitivamente ni uno ni otra (vestuario y ambientación) hacen justicia a un texto incisivo que recorre los tortuosos meandros por donde se desliza el ejercicio del poder, pero que habla también de la lealtad, del amor y de la generosidad.
El espacio sonoro y la iluminación, espléndidos, mitigan en parte esas carencias de la puesta en escena que condicionan también el trabajo de los actores, dando como resultado, salvo excepciones, personajes sin relieve en cuya construcción apenas si interviene otro elemento que la palabra, un verso vibrante y caudaloso, eso sí, dicho con justeza y mesura, como corresponde a la experiencia y preparación del elenco. Entre las excepciones que hemos indicado, cabe mencionar la figura del déspota Rey Sancho (Daniel Albaladejo), impetuoso a la vez que irresoluto gigoló esclavo de sus caprichos; al perspicaz y cabal caballero Busto Tavera (siempre ponderado Arturo Querejeta); a la desenvuelta y confiada Estrella Tavera que crea Muriel Sánchez, jovial, cariñosa pero firme en la defensa de su honorabilidad, y que nos proporciona, junto a Jaime Soler en el difícil papel de Sancho Ortiz de las Roelas, algunos de los momentos de más intenso dramatismo de la obra, éste, debatiéndose entre los sentimientos de amor y de amistad y el cumplimiento de la palabra dada, aquella, por ejemplo, cuando se entera de los términos de la muerte de su hermano. Y, en fin, la figura del gracioso Clarindo a cargo de Paco Vila, estupenda creación que se percibe, no obstante, como algo anacrónico inserta como está en una ambientación tan fría, tan estilizada y privada de otros elementos populares característicos de la dramaturgia de Lope.
Gordon Craig.
30-III-09.
Si quieres firmar tus comentarios, regístrate o inicia sesión »
En este espacio aparecerán los comentarios a los que hagas referencia. Por ejemplo, si escribes "comentario nº 3" en la caja de la izquierda, podrás ver el contenido de ese comentario aquí. Así te aseguras de que tu referencia es la correcta. No se permite código HTML en los comentarios.
Soitu.es se despide 22 meses después de iniciar su andadura en la Red. Con tristeza pero con mucha gratitud a todos vosotros.
Fuimos a EEUU a probar su tren. Aquí están las conclusiones. Mal, mal...
Algunos países ven esta práctica más cerca del soborno.
A la 'excelencia general' entre los medios grandes en lengua no inglesa.
Caminante no hay camino, se hace camino al andar. Citar este verso de Machado no puede ser más ocurrente al hablar de Mariano Rajoy. Tras la renuncia de Zapatero y las voces que señalan que la estrategia popular podría verse dañada, es necesario preguntarse algo. ¿Ha hecho camino Rajoy? ¿Se ha preparado para ser presidente? Quizás la respuesta sorprenda.
En: E-Campany@
Recomendación: Albert Medrán
“Algunos luchamos por tener los pies en suelo.” Lo decía ayer en su Twitter Raül Romeva, uno de los cuatro eurodiputados españoles (Oriol Junqueras, de ERC, Ramon Tremosa, de CiU, Rosa Estarás del PP y él, de ICV) que apoyaron la enmienda para evitar que el presupuesto comunitario de 2012 contemple los vuelos en primera clase de los parlamentarios europeos. No era una excepción. Lo escribía ahí porque es lo que hace siempre: ser transparente.
En: E-Campany@
Recomendación: Albert Medrán
Son los cien primeros, como podrían ser doscientos o diez. Lo importante es el concepto. La idea de tener unos días para llevar a cabo la transición desde la oposición al gobierno. Del banquillo, a llevar el dorsal titular. Nunca tendremos una segunda oportunidad de crear una buena primera impresión. Y los cien primeros días son esa primera impresión. Veamos su importancia.
En: E-Campany@
Recomendación: Albert Medrán
“Os propongo que sea el Comité Federal, en la próxima reunión que tengamos, después de las elecciones autonómicas y municipales, el que fije el momento de activar el proceso de primarias previsto en los Estatutos del partido para elegir nuestra candidatura a las próximas elecciones generales.” De esta manera, Zapatero ha puesto las primarias en el punto de mira tras anunciar que no será candidato a la reelección. Tras este anuncio, observamos algunas reflexiones sobre el proceso
En: E-Campany@
Recomendación: Albert Medrán
Lo sentimos, no puedes comentar esta noticia si no eres un usuario registrado y has iniciado sesión.
Si quieres, puedes registrarte o, si ya lo estás, iniciar sesión ahora.