Se echan 'muuuucho' de menos

¿Quién nos lo iba a decir? Pasaron de gracieta y curiosidad para unos, de arte mal entendido para otros, a formar parte de una zona de Madrid y ser algo a lo que nos habíamos acostumbrado. Hace un par de días, mientras la mayoría abandonaba Madrid para disfrutar del puente, ellas emprendían silenciosamente su camino de vuelta a casa. Regresa el lunes, uno sale a la calle y le falta algo... Esos barrios donde habitaban ya han recuperado su aspecto antiguo. Porque ahora que las vacas de la Cow Parade ya no están por las calles, el ambiente es el de antes de que llegaran, es decir, antiguo.

Le salió competidora a nuestro oso...

Dieron color a la Puerta de Alcalá, a la glorieta de Cibeles, a la plaza de Lavapiés, a Sol, a Callao... Algunos las tomaron como 'lienzo' donde exhibir sus grafitis, otros, como un par de señoras que escuché en el autobús, las usaron como ariete de oposición: "ya podían dejarse el dinero en salir de la crisis en vez de poner vacas por Madrid...".

Desafiaron la imaginación de los transeúntes. Tras ver la vaca reportera, la que era toda blanca, la de la candidatura olímpica de Madrid o la que estaba hecha de piezas cuadradas, pensábamos que no podían ser más originales. Entonces girabas una esquina y veías una vestida con el menú de un bar, otra que hacía una alegoría de la marihuana, otra con aspecto de dibujo de un niño pequeño... Así hasta superar el centenar de ejemplares.

Han estado más de dos meses paseándose pero muy quietas por todo Madrid. Han sido protagonistas de reportajes de televisión y han servido a muchos estudiantes para hacer sus trabajos de clase: desde los alumnos de imagen y sonido hasta lo de bellas artes o sociología. No han sido algo efímero. Quedarán grabadas en archivos de ordenador, trabajos impresos y vídeos.

Hay quien se las ha tomado como un juguete demasiado propio y ha acabado rompiéndolas. Para curarse, el lugar indicado era aquel en el que abundan las medicinas y el cariño -ese que sólo pueden dar los niños-: el hospital del Niño Jesús, donde las reparaban -y lo que las disfrutaban los enanos...-.

Pero, ¿por qué vacas? Según los organizadores: "Las vacas son queridas en todo el mundo y forman parte de la historia de la humanidad. Tienen también la forma perfecta para ser un soporte artístico, ya que disponen de una superficie muy amplia para pintar, al mismo tiempo tienen pequeñas áreas ideales para realzar detalles de la obra".

Dentro de unas semanas, el 16 de abril, cumplirán su principal función. Se subastarán y los beneficios irán a parar a una serie de ONGs elegidas por la organización. Hasta entonces estarán descansando de esta 'gira' que las ha debido agotar, aunque habrán quedado satisfechas de recibir el cariño de la gente.

Nadie podrá decir que no las ha visto. ¿Cuántas fotos de gente posando con las vacas habrá en Tuenti y Facebook?