Los políticos asaltan la red

Ahora a los políticos les ha dado por la blogosfera y por la red de redes. Saben que muchos votos se deciden en el insondable universo de las tres uves dobles que en estos días cumple 20 años.

Imagen: Macalen (http://macalen.blogspot.com/)

Las planas mayores de los partidos están dando órdenes para que los políticos asalten la red y la conviertan en un escenario más donde dirimir la pugna electoral, algo que los propios internautas llevan ya mucho tiempo demandando. Sin embargo, como ya escribí en su día, salvo honrosas excepciones, los blogs no se llevan bien con la política y muy pocos políticos hacen incursiones decorosas en el mundo de las redes sociales.

En este confuso panorama detecto de forma generalizada un craso error de bulto; la mayoría de los políticos piensan que pueden utilizar la red como una herramienta más del marketing electoral y ahí quedó la cosa. Y están muy pero que muy equivocados.

La idiosincrasia de la red no va a cambiar porque ahora los políticos se hayan dado cuenta, más bien tarde, de que buena parte del debate político del país se celebra en Internet. Eso significaría del suicidio de la red y todo lo que ésta representa y no creo que los internautas estén dispuestos a consentirlo.

Muy crudo lo van a tener si no aprenden pronto que las nuevas tecnologías han de concebirse como un canal de diálogo permanente con los ciudadanos y no como un mero altavoz publicitario, haciendo de la transparencia y la apertura a la participación el emblema de su presencia en la red. O si sus incursiones en las redes sociales no se caracterizan por la interacción sincera y sin intermediarios con los ciudadanos, sin argucias engañosas que son descubiertas tan pronto como se coge a un cojo.

En Internet hay unas reglas y es conveniente respetarlas, porque su esencia es la salvaguarda de la libertad de la red y porque de ese respeto emana la credibilidad y la personalidad de cada ser virtual. Somos lo que hacemos en la red y ninguno queremos que eso cambie, como tampoco nos gusta que se nos intente utilizar de manera artera.

Pretendemos mejorar la calidad democrática de este país utilizando una herramienta especialmente útil para ello en la que creemos ciegamente. No va a ser fácil apartarnos de dicho propósito y, aunque somos partidarios de aquella vieja teoría de que siempre es mejor sumar que restar, que nadie se llame a engaño; defendemos que Internet puede servir para cambiar el mundo, pero nunca la antítesis de dicho pensamiento.

Así pues, más vale que se apliquen y bien en la tarea si no quieren cosechar el más absoluto fracaso. Y para comenzar, nada mejor que empiecen a actualizar sus vetustos blogs, abrirlos a la gente (es el enlace, estúpido) y escuchar con atención lo que les dicen los ciudadanos.