La villa de Bilbao al completo se ha teñido rojo y blanco durante los últimos días. Las calles de Vizcaya enarbolan banderas del Athletic Club, los bares lucen con orgullo el escudo de la entidad bilbaína, y en los escaparates los maniquies visten camisetas rojiblancas. Reina un ambiente de fiesta en todo Bilbao. El motivo de tanta alegría es la cita con la historia a la que acudirá el Athletic de Bilbao este miércoles a partir de las 20.00 horas en San Mamés. 24 años después los leones tienen la oportunidad de volver a rugir en una final.
El Athletic de Bilbao y la Copa del Rey mantienen un idilio especial. Los leones son el club que más veces ha levantado el trofeo copero si sumamos sus diferentes denominaciones -Copa del Rey, Trofeo Presidente de la II República y Copa del Generalísimo-. Sin embargo, hace mucho tiempo, demasiado, que la Gabarra no surca la Ría, concretamente desde el 6 de mayo de 1984, cuando los bilbaínos celebraron su última Copa del Rey (y su último título) después de vencer en el estadio Santiago Bernabéu al FC Barcelona en la final.
Para entender lo que aconteció en esa final hay que rebobinar unos meses más. El Barcelona, que contaba Maradona y Schuster, poseía uno de los mejores equipos de la época y cuando arrancó la temporada 83-84 todos asumían que arrasaría todo lo que se le pusiera por delante. En la cuarta jornada, el 24 de septiembre de 1983, los azulgrana disputarían un partido clave para medir su nivel ante el actual campeón, el Athletic de Bilbao. Sin embargo, todo se torció para los culés cuando una escalofriante entrada de Andoni Goikoetxea quebró el tobillo de Diego Armando Maradona, y con él gran parte del arsenal ofensivo del Barcelona.
Así pues, la final de la Copa del Rey que disputaron meses después nació marcada por la sed de venganza culé. Para colmo, un experto en calmar los ánimos como Javier Clemente, entonces entrenador del Athletic, se dedicó a calentar las horas previas de la final con declaraciones incendiarias. Sus palabras, por supuesto, encontraron réplica en los también sosegados caracteres de Maradona y Schuster. Con semejante previa a nadie le sorprendió que la final se zanjara con una batalla barriobajera en la que los futbolistas de ambos equipos exhibieron sus peores artes.
Pero lo realmente importante sucedió mientras la pelota estaba en juego. El Barcelona y el Athletic de Bilbao, el último campeón de la Copa frente al vigente campeón de Liga, combatían por la supremacía del fútbol español. Los leones tenían ante sí la posibilidad de lograr un doblete histórico y Javier Clemente preparó la final a conciencia para no dejarla escapar.
El partido fue táctico y brusco, con pocos detalles técnicos pese a la calidad de algunos de los jugadores que poblaban el terreno de juego. Así, la final se tuvo que decidir en un error defensivo del Barcelona. A los 13 minutos, Argote colgó un balón en el área que Endika, libre de marca, bajó con el pecho y batió a Urruti con un disparo seco. El Barcelona se agarró a sus estrellas para darle la vuelta al marcador, pero se encontró con una de las ya legendarias estrategias defensivas de Clemente y con un inspirado Andoni Zubizarreta, quien detuvo lo que se acercó a su verde casaca. El 1-0 se perpetuó sin alternativa y el Athletic sumó su 23ª Copa del Rey.
Ese es el último título que adorna las vitrinas del Athletic Club. Este miércoles los leones de Joaquín Caparrós lucharán por remontar con la ayuda de La Catedral un marcador adverso ante el Sevilla y acceder a una nueva final copera para reverdecer unos laureles demasiado desgastados por el tiempo. Claro que la final habrá que ganarla, aunque eso algunos como el veterano Joseba Etxeberría ya lo dan por sentado: "Si llegamos a la final, seremos campeones".
Ficha técnica:
Athletic de Bilbao: Zubizarreta, Urkiaga, Liceranzu, Goikoetxea, Núñez, Patxi Salinas, De Andrés, Urtubi, Dani, Endika, y Argote. También jugaron: Sarabia y GallegoEntrenador: Javier Clemente.
Barcelona: Urruti, Sánchez, Migueli, Alexanko, Julio Alberto, Víctor Muñoz, Schuster, Rojo, Lobo Carrasco, Maradona, y Marcos Alonso. También jugó: Clos. Entrenador: César Luis Menotti.
Gol: min. 13, Endika
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