Berlusconi is calling... (Cuatro llamadas para explicar una noticia)

Viernes 6 de febrero. A Giorgio Napolitano: "Presidente, carissimo mio presidenti, ¿cómo me haces esto? No puedes negarte a firmar el decreto. La pobre Eluana  se va a morir. No podemos permitirlo. (...) Sí, ya sé que eres el presidente y mandas más que yo, pero, normalmente no hacías estas cosas. Tú antes no hablabas, no salías por la tele, sólo ratificabas lo que yo hacía. (...) ¿La demoqué? ¿Democracia? Eso es lo de las elecciones que gano cuatro años sí, cuatro años no, ¿no? (...) Pero... ¿no te das cuenta de que la familia Englaro nos está toreando? ¡Han hecho trampas, han esquivado la ley! (...) No, hombre, cuando yo lo hacía era de otra manera... Bueno, mira, tú lo has querido. Esta tarde mismo reúno al Consejo de Ministros y saco un proyecto de ley. Y lo aprobará el Senado, ya verás. ¡Si no lo apruebas tú, mejor, lo aprobará el pueblo italiano!"

Ese mismo día, un poco más tarde. A Renato Schifani: "¿Es el presidente del Senado? Bona sera, soy Silvio. ¿Cómo estás? A ver, te llamo porque he tenido un Consejo de Ministros esta tarde. (...) Sí, otro. Ya sé que he hecho dos en un solo día, pero oye, todo sea por el pueblo italiano. Tengo que hacer todo lo posible porque no muera ninguno de nuestros ciudadanos -al menos los nacidos en Italia, los inmigrantes son otra cosa-. (...) Sí, quería decirte que hemos sacado un proyecto de ley y me lo tenéis que aprobar en el Senado. Es para salvar a la pobre Eluana, que la quieren asesinar, ya te habrás enterado. ¿Para cuándo puede estar? ¿Para hoy?Yo tengo cena a las ocho, así que si es antes, mejor.(...) ¿¡Tres días!? Pero qué lentos sois. (...) ¿La qué? Joder, otro con la democracia y sus tiempos. Pero ¿en qué país vivo? Bueno, a ver, entonces el lunes estará. (...) ¡El miércoles! Pero ¿qué pasa? ¿Que no trabajáis el fin de semana? ¡Ma que cazzo!  Al final me vais a matar a mí, ¿eh?"

Domingo 8 de febrero. A Benedicto XVI: "Ratzi, ¿qué tal? Que soy Silvio. (...) Berlusconi, hombre, Rodríguez no. Oye, lo de Eluana se nos está escapando de las manos. Napolitano me ha denegado el decreto, el Senado no trabaja hasta el lunes y necesitan tres días para convocar a los grupos... No sé, este país ya no es el que era. (...) Ýa, ya sé que me lo advertiste. Pero también me dijiste que contigo iban a volver las cosas a su cauce. (...) No, no pretendo faltarte al respeto. Precisamente acudo a ti porque ya no sé a quién pedir ayuda. (...) Lo sé, Padre, Dios en su infinita sabiduría hará que suceda lo más adecuado, pero... un milagrito nos vendría tan bien. (...) No pido nada del otro mundo, que aguante a la chica esta hasta que Schifani me haga el favor. Además, si se muere antes del miércoles, ¿qué hacemos? (...) Ah, ¡qué buena! Tú sí que sabes. Entonces tú por lo pronto vas a pedir por los enfermos en tu misa de hoy, así soltando indirectas sobre este caso... Perfecto, perfecto. Bueno, a ver cómo sale esto. YO empiezo a desesperarme. ¿No tendrás un huequecito ahí en el Vaticano?"

Lunes 9 de febrero. A su peluquero/cirujano plástico: Hola, sonno il capo. Necesito tu ayuda.(...) He tenido una crisis de Gobierno. El pueblo me ha toreado en vez de ser al revés. (...) Gracias... Lo peor de todo es que me he tirado de los pelos y se me ha saltado uno de los puntos que me sujetan la piel estirada... ¿Crees que tengo arreglo? (...) ¡Rupert! ¡Te necesito!