Rafa Nadal alcanza la final y Verdasco se consagra en un partido heróico

Después de un partido épico, Nadal ha logrado clasificarse para la final del Open de Australia que le enfrentará, en el ya clásico duelo de esta era tenística, con el suizo Roger Federer. Tras cinco horas de un partido regido por una igualdad extrema, Fernando Verdasco cometió dos dobles faltas que decidieron la semifinal hacia el lado del número 1.

Son pocas las veces en que las espectativas que provoca un partido se ven igualadas, e incluso superadas por la realidad. Esto ha sucedido hoy en el encuentro que han disputado esta mañana en Australia, los españoles Rafa Nadal y Fernando Verdasco, con el resultado de 6-7 (4), 6-4, 7-6 (2), 6-7 (1) y 6-4  a favor del mallorquín.

Fernando Verdasco venía en un estado de forma impresionante y con un ánimo no visto ateriormente. Como él mismo había expresado, la experiencia de la Davis, protagonizada  por los cánticos de la hinchada argentina, sorprendidos ante como se desarrollaba la historia de un trofeo para el que ya buscaban hueco, le ha fortalecido mentalmente.
Pero si hay algo en lo que ha basado sus grandes triunfos Nadal, a parte de su físico extraordinario, es precisamente en su fortaleza mental. Y en su capacidad para desesperar a sus rivales.

Esta situación cristalizó en los últimos juegos. Con empate a cuatro en el marcador, a saque de Rafa, Fernando contaba con todas las posibilidades en un partido en el que si en algún momento parecía alejarse del partido, sus imparables saques volvían a colocarlo con opcione.

Pero en ese momento Rafa siguió haciendo lo que llevaba practicando durante las cinco y horas y catorce minutos del encuentro, a pesar del cansancio. Aquello que hace que Federer, el nombrado por muchos como mejor tenista de la historia se encuentre tan incómodo en cada partido con el mallorquín. Pues Rafael Nadal, pasa de ser un hombre con una raqueta a convertirse en una pared, en una máquina de devolver golpes que sume a sus rivales en una tremenda impotencia.

Y así acabo el partido, con Verdasco atacando y Rafael llegando a todo, con puntos maratonianos que se decantaban hacia el balear, que ganó su juego, subiendo el marcador a 5-4 y esperaba a que Verdasco sacara.

Este último turno de saque de Verdasco estuvo protagonizado por los errores provocados por el cansancio físico y mental, incluida una doble falta, que dejaron el juego en un descorazonador 0-40, fue en ese momento Fernando decidió irse a la red con valentía, logrando dos puntos seguidos que parecían darle ánimos para obrar el milagro, sin embargo, el partido tuvo un final inmerecido, al obrar Verdasco su cuarta doble falta del partido en este punto decidisivo, perdiendo así el partido y sus opciones de pasar a la final.

Esta forma de ceder, tras una resistencia heróica, fue reconocida por Nadal, que inmediatamente saltó la red y se acercó a consolar al rival que lo había tenido contra las cuerdas, para despues celebrar su victoria en el que ya es el partido más largo de la historia del Abierto de Australia, y que certifica su primera participación en la final del torneo.

Final en la que espera el de siempre, conformando el duelo soñado por organizadores y  espectadores. La tiranía con que esta pareja somete a la ATP parece no haber cambiado en este inicio de año, pero no obstante, partidos como éste nos recuerdan que existe una serie de jugadores capaces de plantarles cara, entre los que parece haber entrado Fernando Verdasco, un nuevo zurdo que ya hay que tener en cuenta para torneos de pista rápida, la asignatura pendiente del tenis español, que ya no lo es tanto.

Partido pues que constituye una oda al tenis y al deporte español, que empieza el año como lo acabó, y que nos deja a la espera de la primera final que disputan Rafa Nadal y Roger Federer, fuera de Rolland Garros y Wimbledon, con el resultado global por todos conocido favorable al español. Que siga la fiesta.