Pequeños detalles y grandes errores 24 horas después

Ha pasado un día completo desde que Obama jurase su cargo como presidente del país "jefe del mundo". Durante este tiempo se han dado ciertos hechos, detalles e interpretaciones que vale la pena resumir:

"Vaya panorama me has dejado, George..."

• Why can we be friends?: Se anuncia la investidura de Obama para el 20 de enero y toda la maquinaria mundial comienza a prepararse para ese día. No puede fallar nada. La organización del evento, al milímetro; la gente se echa a las calles; Barack lleva la Biblia de Lincoln... y los conflictos se acaban -aparentemente-. ¡Es maravilloso! En las últimas 24 horas, Israel ha completado la retirada de Gaza, ¡qué casualidad! El pasado fin de semana, Ucrania y Rusia llegaban a un acuerdo -por llamarlo de alguna manera- sobre el suministro de gas. El combustible volvía a inundar las tuberías y llegaba a los hogares... justo ayer. ¡Ojalá tomara posesión el presidente de los Estados Unidos más a menudo!
• La libertad es lo que tiene: Antes de que Obama jurase su cargo y de que la gran Aretha Franklin demostrara que los años no pasan en balde -entonó muy bien pero ha perdido media voz-, el pastor Rick Warren proclamaba un pequeño discurso y lo finalizaba con un Padrenuestro. Estados Unidos es un país aconfesional, y sin embargo, en el acto oficial más importante de su ciclo político, habla una figura religiosa y suelta una oración de una religión concreta. Es lo que tiene la libertad, que te permite elegir la religión que quieras -o la ausencia de ella-. Y en Estados Unidos han decidido ser bastante puritanos (en general) y que la creencia del Presidente se plasme en su ceremonia de investidura. ¿Os imagináis eso en España?
• Lo bueno o lo malo de ser humano: Llega el momento del juramento y Obama se traba. Por un lado, unos magnifican su "humanidad", después de meses endiosándole. Por otro, los más críticos ya tienen una debilidad que señalarle en su día más importante. ¡Qué tío, el Obama! Incluso cuando se equivoca deja contentos a todos...
• Hablando de equivocarse: seguí la retrasmisión del acto por Televisión Española. No se puede torear más y ni faltar tanto al respeto como lo hizo la cadena pública. Movieron la conexión de la 2 a la Primera en dos ocasiones, y no en momentos de impass, no. El primer cambio, cuando cantaba Aretha -pasable, pero ¿y si uno quería escucharla?-, y el segundo ¡en mitad del discurso! Vaya torpeza, señor realizador. ¡Que se aguante un rato España Directo, hombre! A todo esto, el discurso de Obama circulaba por Internet tiempo antes del acto, ¿qué costaba traducirlo y ponerlo subtitulado, en lugar de tener a dos empleados doblándolo a tiempo real?
• Despiste policial o televisivo: aún no lo sé, pero en TVE comentaron que se había instalado un pequeño dispositivo de seguridad alrededor de la casa de la abuela de Obama en su poblado africano... mientras ella estaba en Washington.
• Una nueva era: el nuevo presidente estadounidense habló del comienzo de una nueva era. Millones de personas en todo el mundo siguieron su discurso en directo. Y muchos de esos millones, o al menos los estadounidenses, no se despegaron del televisor hasta por la noche, pues unas horas después de la investidura, también era el fin de era de la serie CSI Las Vegas. 24 millones de espectadores siguieron en CBS el último caso de Grissom.
• Mucha mano izquierda: cualquiera se habrá dado cuenta. Obama es zurdo. Al igual que otros presidentes como Gerald Ford, Ronald Reagan, George Bush padre y Bill Clinton. Pero lo que importa de verdad es que logre tener mucha mano izquierda para lidiar, principalmente, con los conflictos internacionales. Según su discurso, es lo que pretende.
• El doble listón: cada vez que hay un relevo en la presidencia de un país se suele comparar la gestión del presidente entrante, a medida que ésta avanza, con la del saliente, y también con lo prometido en campaña electoral. En este caso, Barack Obama tiene un doble listón: por un lado, su campaña electoral ha creado un clima de esperanza frente al que ahora deberá responder; tiene en sus manos el entusiasmo y la fe de millones de personas y la capacidad potencial de defraudarlos es altísima. Si bien, por otro lado, la gestión de Bush Jr. ha sido tan pésima que a poco que lo haga bien, no podrá hacerlo igual de mal ni peor que su predecesor.

Veremos cómo se desenvuelve "el novato". Por el bien de todos, confiemos en que lo borde...