El Museo del Prado está en Barcelona

El Barcelona, con su juego coral y preciosista, eleva este deporte a la categoría de arte. Su fútbol tiene más variantes que una navaja suiza; su estilo es como ir a un Museo, donde todo está engalanado, donde cada cuadro supera al anterior. Ésto no es fútbol señores, esto es como pasar la tarde en El Prado.

Rembrandt, El Bosco, Velázquez, Rubens o Rafael. Esos podrían ser los pseudónimos de los Iniesta, Xavi, Messi, Eto'o, Puyol o Daniel Alves, la columna vertebral de un equipo vanguardista que desconoce aún se techo.

El Barça es tan dulce en su juego como déspota con la portería rival. Sus partidos se convierten en hipotéticas bacanales donde donde disfrutan de este placer tan sensual; tan lujurioso. Juega sus partidos como si fuera el último, se ensaña con la portería rival como si cada gol marcado fuera el que otorga la Champions.

Cada partido es mejor que el anterior, pero no superior al siguiente. Incluso Guardiola se ha asombrado del nivel que está mostrando un equipo que tiraniza a todo aquel que no vista de azulgrana.

Es un equipo con mil recursos. Que no me gusta el Renacimiento, pues me voy al Barroco. Que la oscuridad barroca de Caravaggio me ofusca, me voy a ver el Tríptico del Jardín de las Delicias. Esta maravillosa obra de El Bosco es una representación del pecado humano, sólo castigado por el Infierno. Allí van todos aquellos que se enfrentan al Barça, sea en la Ciudad Condal, Suiza, Turquía, Portugal, Gijón, Villarreal, Bilbao, Málaga o Pamplona, sólo por citar algunas ciudades o países donde ha jugado últimamente.

El mérito se lo reparten todos. Desde el libertino Eto'o (sin lengua ni frases incendiarias) hasta el melenudo y menudo Víctor Sánchez. Pep, con su mensaje cristalino no exento de látigo, ha sabido pulir los defectos y aunar todas las virtudes para meterlas en el Museo del Barça.

Por cierto, si alguien no vio el sábado el partido ante el Deportivo (5-0) y quiere disfrutar con la repetición, que se pase por el Paseo del Prado número 23. Allí se encuentra una de las mejores pinacotecas del mundo. Allí se encuentra la esencia del juego blaugrana. ¡Ah! y los domingos es gratis. Pasen y disfruten porque merece la pena.