eBook o cómo ser escritor (y que te lean en el intento)

“La literatura no es más que un sueño dirigido”, dijo en una ocasión Borges, y ese sueño ya no es una quimera gracias a Internet y sus múltiples herramientas que agilizan el intercambio de información con un coste mínimo. Pero, ¿está el escritor primerizo preparado para esta democratización de la literatura? Y aún más, ¿lo está el lector? A continuación os damos unas pistas para dirigir más fácilmente ese sueño llamado publicar.

Antes de iniciarse en el complejo mundo dela autoedición digital hay que tener claro el concepto de libro electrónico, o eBook. En su definición más simplificada, un eBook es cualquier digitalización de un texto previamente publicada en papel. En este sentido tenemos el ejemplo de Google Books, una herramienta del famoso buscador Google que aglutina miles de obras escaneadas de todas las épocas, y las muestra completa o parcialmente. Definido más ampliamente, un eBook es cualquier obra que se comercializa en formato digital, tenga o no su correspondiente versión en papel. Editoriales nuevas, como Snowbooks, dedican gran parte de su modelo de negocio a vender nuevas obras en formato digital y también las tradicionales, como Random House, Penguin o Harper Collins, comienzan a digitalizar sus fondos en busca de nuevos lectores.

A pesar de ser un mercado naciente existen ya múltiples soportes, o lectores, para el eBook, como Sony Reader, Cybook o iLiad, todos con tamaños algo mayores que las PDA (en este caso, Personal Digital Assistant), diferentes prestaciones y un único objetivo: promover la descarga en sus dispositivos de libros electrónicos a un precio notablemente más barato que en formato papel. Pero los escritores y lectores neófitos deben saber que el soporte más extendido, por el momento, es el propio ordenador, y por eso un eBook puede estar en formatos tan accesibles para cualquier usuario como .pdf, .jpg, .doc, .rtf ó .txt.

Los derechos de autor

En España “se considera autor a la persona natural que crea alguna obra literaria, artística o científica”. En nuestra legislación existe la presunción de autoría, es decir, “se presumirá autor, salvo prueba en contrario, a quien aparezca como tal en la obra, mediante su nombre, firma o signo que lo identifique”. Por si acaso, además de registrar tu obra en el Registro de la Propiedad Intelectual pagando las correspondientes tasas, tienes otras opciones como Safe Creative, un sistema digital gratuito que certifica todo tipo de obras para su posterior publicación en Internet: textos, fotografías, vídeos, inclusos los comentarios de un blog. Además, permite configurar las características de la licencia, para que cualquiera pueda descargarla si se establece que se puede “copiar y distribuir”.

El pasado 12 de diciembre entró en vigor el Decreto 2063/2008 que actualiza el uso del International Standard Book Number, o ISBN, e incluye a “las publicaciones monográficas electrónicas, ya estén en soporte físico (como cintas legibles por máquina, disquetes o CD-ROM) o en Internet”, entre las que tienen que usar este código identificativo. Para conseguirlo, hay que rellenar un documento de solicitud, disponible en la web del Ministerio de Cultura, o bien realizar una solicitud telemática si se es editor o empresa editorial. En todo caso “en publicaciones electrónicas y otras formas de productos no impresos, si la publicación supone una presentación visual del contenido almacenado de forma electrónica (por ejemplo, una publicación en línea), el ISBN aparecerá en la página o en la pantalla que muestre el título o su equivalente (por ejemplo, en la pantalla inicial que aparece inmediatamente cuando se accede al contenido y/o en la pantalla en la que aparecen los créditos)”.

¿Dónde publicar?

Una vez nos hemos hecho una idea sobre el mundo en el que nos movemos, llegó la hora de sacar a la luz esa obra maestra que lleva tanto tiempo guardada en un cajón ante la indiferencia de las editoriales. En la actualidad, dos plataformas digitales de autoedición pelean por atraerse la creatividad del respetable: Lulu y Bubok. Ambas facilitan la auto publicación por Internet ofreciendo además una versión de la obra en papel a través de la impresión por demanda. Y todo ello totalmente gratis, reteniendo tan sólo un veinte por ciento de cada venta. Considerando que es el propio autor el que marca el precio final de su obra (incluso para ofrecerla gratuitamente), parece un buen negocio, al menos para el autor. Centrándonos sólo en sus servicios de eBook, las dos plataformas exigen que el libro esté en formato .pdf, aunque es Lulu la que permite un grado más alto de personalización en la obra digital al separar la edición impresa de la digital. Además, el escritor dispone de una página personal desde donde promocionar su escrito.

Con estas facilidades, ya no hay excusa para no dejar tu huella en la literatura.