Cuando el caos se convierte en arte

Un paseo por las calles de Roma supone un recorrido por un mundo mágico donde el caos se convierte en arte. Calles entrelazadas que huyen del trazo ortogonal, 'ragazzi' criticando el pésamo estado del transporte público y suciedad en muchos lugares recónditos y no tanto. Belleza en definitiva. Mucha belleza.

Roma es el lugar adecuado para los grandes genios vanguardistas, que rebuscan en la basura objetos de la vida cotidiana para convertirlos en arte. Y es que la ciudad eterna tiene encanto personal. Más allá de ser el origen de la civilización antigua, es el paradigma de la cultura. Un paseo por la ciudad es como perderse por un laberinto de donde no quiere uno salir. Es como entrar en una jungla misteriosa a conciencia.

Roma huele a cultura antigua, a historia del arte, a pizza, a pasta y a panacota (típico dulce italiano elaborado con queso). Se trata de un lugar para darse a la molicie y recordar las ingentes luchas de gladiadores llevadas a cabo en un Coliseo custodiado en el siglo I d.C por Nerón, apodado el 'Coloso', o rememorar las batallas navales celebrados en el Circo Maximo.

Un 'giro' por Roma es sentir la sensación de ser un privilegiado. En cada rincón, mil años de historia disfrazados en monumentos como el Panteón de Agripa, en cada lugar, una fuente donde lavar tus pecados. Sólo merece la pena visitar la ciudad para lanzar una moneda por encima del hombro y sin mirar a la Fontana di Trevi: un paraíso donde el agua se fusiona con el monumento, presidido por el Neptuno y su tridente sin punta.

No quiero acabar este incompletísimo texto sobre la 'Bella' Roma sin hacer mención a esa Plaza de San Pedro que precede a la Basílica, donde se encuentra La Piedad, tan bella, tan pulcra. Tampoco la plaza barroca por excelencia: Piazza Navona. Allí se encuentra la Iglesia de Santa Inés que te incita a entrar con esa fachada curva que idealiza plenamente el Barroco. Enfrente se encuentra la fuente de Los Cuatro Ríos, elaborada por Bernini en el siglo XVII. Cada figura representa un continente y dirán que hay cinco actualmente. Pues les digo que en esa época aún no se conocía Oceanía. Ellos son: Ganges, Danubio, Río de la Plata y Nilo.

Es una de las infinitas historias que tiene esta maravilla universal llamada Roma. Un lugar donde se paran las manijas del reloj y el visitante se introduce en un maravilloso mundo de magia, cuento, arte, glamour y caos. ¡Pero vaya caos!